3

1.8K 166 35
                                    

Los días pasaron rápidamente, y en este momento me encuentro en uno de los carruajes reales, con Pato a mi lado. Estamos entrando al enorme castillo y mi corazón no para de palpitar ¿qué me pasa? no puedo dejar de preguntarme a mi misma. Acaricio a Pato y lo abrazo fuertemente para poder tranquilizarme. 

A pesar de llegar hoy a pedido personal de la princesa, quizá tenga que permanecer por meses aquí hasta que por fin podamos reunirnos. Por eso mismo se me ofreció un puesto en La Gran Ciudad Principal, donde seré abastecida de lo necesario para que mis productos sigan su curso. 

Igualmente debo ser presentada en frente de la princesa. Lamentablemente nuestro rey se encuentra enfermo desde hace aproximadamente un año, por lo que la princesa se está haciendo cargo del reinado y legado de su padre. Por esto mismo, me puse uno de los mejores vestidos que tengo, me lo intercambió una artesana por uno de mis productos, no sabía que era tan valioso hasta que varias de mis clientas me lo mencionaron, me sentí culpable aquel día, y le mandé una caja con unos diez productos más, que incluían perfumes y cremas cosméticas. Desde entonces aquella mujer me manda pañuelos bordados que son muy hermosos. La falda de mi vestido es de color morado, con algunas cuentas blancas, se asemeja mucho al cielo nocturno, la parte de arriba es de color rosa con los bordes amarillo y blancos, y un pequeño cinturón en el mismo tono de amarillo. Trencé mi cabello como siempre, agregué una diadema y mi amuleto de la suerte, son dos pequeñas estrellas con hilos de colores colgando de ellas, asemejando una estrella fugaz, un día Pato llegó con ellas en el hocico y desde entonces he procurado cuidarlas.

Estaba nerviosa. Dejé a Pato en mis aposentos los cuales están dentro del castillo, pero confío en él ya que suele comportarse bien. Aún así siento algo extraño en mi estómago. Suspiré pesadamente, esperando que este malestar se fuese, más no fue así. Caminaba pensando en esto, sin fijarme por donde iba, entonces choqué contra alguien, provocando que cayese al suelo.

-Lo-Lo siento- dije apenada, más al instante sentí algo frío y metálico debajo de mi mentón, provocando que mirase hacia el frente.

-Identificate, jamás te había visto por aquí, ¿eres una intrusa, un espía?- me quedé embobada apreciando la belleza del soldado que me apuntaba con su afilada espada

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

-Identificate, jamás te había visto por aquí, ¿eres una intrusa, un espía?- me quedé embobada apreciando la belleza del soldado que me apuntaba con su afilada espada. Al sentir que la movió un poco más hacia el lado, reaccioné por fin

-¿Qué? Ah, eh no, lo siento. Fui invitada por la princesa Pacífica, me llamo Mabel Hyan. Y usted, ¿seguirá apuntando con su espada a una dama que no tiene la culpa de nada?- me miró algo incómodo y avergonzado por su actitud e inmediatamente guardó la espada en su magnífica funda, para luego ayudarme a levantar.

-Disculpe mis terribles modales señorita Hyan, pero nunca se sabe cuando los intrusos puedan querer entrar a atacar a la realeza- le miré esperando algo más y nuevamente se sonrojó, se aclaró la garganta y continuó -Mi nombre es Dipper de la familia Park, jefe de la guardia imperial- me sorprendí al estar hablando informalmente con alguien tan superior como el jefe de la guardia, y no cualquier guardia, sino la imperial.

Mi "demonio" guardián (MaBill) #PremiosGravity2019Donde viven las historias. Descúbrelo ahora