Mi "demonio" guardián (MaBill) #PremiosGravity2019

Epílogo

**ADVERTENCIA**
CONTIENE LEMON (+18)

Aquí estoy a punto de emprender mi viaje hacia la cabaña de mi tío en un pueblo perdido llamado Gravity Falls.
Me siento tan emocionada y con un buen presentimiento de que finalmente encontraré al amor.
Sí, soy una chica enamoradiza, siempre me han llamado la atención los chicos guapos que son malos, rudos, y un poco locos ¿por qué? La verdad ni yo misma lo entiendo pero es mi personalidad, así como tengo una afición enorme a la fantasía y todo lo que implica, magia, mitología, ¡UNICORNIOS! sí, lo sé, soy un poco loca pero me encanta ser así.
Y claro que no voy en este viaje sola, voy con mi bro-bro, mi hermano mellizo, quien es muy diferente a mi, algo paranoico y estricto, pero muy, muy inteligente. Siempre he sentido esta gran conexión con él, más allá de ser mellizos, algo que siento que viene desde mucho, mucho antes... ¿cómo lo explico? No lo sé, quizás es parte de mi locura.

Nuestra llegada al pueblo y la estadía fue toda una locura, entre cosas fantásticas y conocer a muchas personas yo me encontraba encantada.
Conocimos a Pacífica, una chica con mucho dinero, pero antipática, aún así, a pesar de su maldad latente yo sentí que quería ser amiga de ella, que debíamos serlo, y que con Dipp hacían una hermosa pareja, "predestinados" diría yo.

Mi verano lleno de amor y pasión no llegaba, con cada chico del que me enamoraba era algo complicado, o muy locos, o nos querían matar. Bueno, qué se le va a hacer.

Había un chico que se enamoró de mi, pero yo solo quería ser su amiga, ¡estaba loquito! Un día convocó a un ser de otra dimensión. Cuando lo vi sentí que mi estómago se contraía, "tranquila Mabs, no tengas miedo" me convencí que era miedo lo que sentía ante su presencia. Corrí a avisar a Dipper el malvado plan de Gideon y lo pudimos vencer juntos.
Pero... algo en mi corazón se apretó cuando el triángulo parlante me llamó "Estrella fugaz". Me quedé observando su único ojo y al momento de luchar con él también sentí una extrañeza dentro de mi.
Oh, este día, el de mi enamoramiento por ese chico que era un maníaco de las marionetas... ¡já! Estuvimos usando solo un par de calcetines por todo lo que restaba de verano.
Sí, fui una chiquilla muy tonta...

Y finalmente, el día del raromagedon. Me encerró en esa burbuja donde era totalmente feliz, aunque como siempre pasa en las historias, los malos nunca ganan, y vencimos al dorito volador.
Sin embargo... ahora viendo estos recuerdos de esta forma, yo sé que ya lo había vivido, sé quién eres, Bill.

-Y siempre he estado aquí, Estrella- habló una voz que retumbaba en todo el lugar y que me hizo estremecer.

En resumidas cuentas, este año cumplimos 21 y solo yo he venido a ver la estatua de Bill. Me he quedado dormida recostada en ella y ahora me encuentro aquí, en un lugar donde me está mostrando los eventos pasados de mi vida.

-Y pensar que eras tú todo este tiempo... todas estas vidas pasadas, desde que fui Mabel Hyan- hice una larga pausa, los sentimientos se agolpaban en mi garganta, haciendo un nudo en ella -te he extrañado, mi demonio guardián.

-Yo también Estrella Fugaz, todo este tiempo te veía sin poder tocarte, sin poder estar a tu lado nuevamente por designios de... bueno, tú ya sabes la historia. Eres una niña amada por Dios, y yo te corrompí, pero ahora me he expiado con todo esto que pasó, y este fue el castigo- anhelaba verlo, pero solo escuchar su voz me reconfortaba. Hizo una pausa que me causó angustia, pensé que se había ido, hasta que volvió a hablar -esta es la última vida, Mabel.

No entendía a qué se refería.

Volví a mirar los recuerdos de mis vidas pasadas, y en cada una de ellas pasaba algo parecido al raromagedón, donde vencía a Bill junto con Dipper o Pacífica, y luego de unos años volvía a reconocerlo. Así pasaba en cada vida, y esta no era una excepción.