Capítulo 12

114 5 0
                                    

No era él.

Era un chico desconocido el cual pude notar que estaba bastante ebrio.

Yo empecé a asustarme por lo que podría suceder, pero intenté aparentar que no lo estaba, hasta que se acercó demasiado a mí, haciéndome un poco de daño.

-Ey preciosa, ¿qué tal si te vienes a pasar un buen rato a mi casa?

¿Por qué me pasa esto a mí? Aunque sí que es verdad, que en todas las discotecas suelen pasar extrañamente estas cosas.

-No, gracias. No quiero nada que ver contigo. -dije mientras intentaba deshacerme de él. Era imposible, tenía más fuerza que yo.

-¿No me obligarás a hacerlo por la fuerza no? –me sonrió de una manera bastante pervertida.

-Voy a llamar a la policía si sigues amenazándome- dije intentando sonar dura

Él río.

-A mi no me engañas, no vas a hacer nada porque estás cagada a que te haga algo- dijo apretando más mi brazo contra su cuerpo.

Como me gustaría que Dylan estuviera en este momento conmigo.

De repente, veo como Alejandro se acerca a nosotros. Se le ve bastante furioso. Ya la hemos liado, otra vez.

Intento detener a Alejandro, pero tiene más fuerza que yo. Odio esto.

Alejandro le propina un puñetazo a aquel chico, el cual caía al suelo con la nariz sangrando.Oh no, espero que siga vivo.

El chico del suelo abre los ojos y es ahí cuando aprovecho para empujar a Alex y sacarlo de aquí.

-¿Estás bien, Alexia? ¿Te ha hecho algo? –decía tocándome para comprobar que no me había pegado, o por lo menos, eso parecía ser.

-Sí, estoy bien no te preocupes. Pero vámonos ya, no quiero más líos.

Lo cogí de ambos brazos, pude ver como miraba con rabia a aquel chico. Diantres, porque me pasa esto a mí. Esto solo pasa en las novelas.

Fuimos a una especie de jardín, con algunas lucecitas que paraba a unos minutos de la discoteca. Se había quedado una buena noche a pesar de todo.

Los dos nos sentamos y se produjo un silencio aunque no incómodo. Pude ver como él estaba pensativo mirando hacia abajo, parecía arrepentido de lo que acaba de hacer.

Me sentía culpable, si no hubiera entrado al baño de chicos quizás no hubiera pasado esto. Pero bueno, pienso que las cosas que pasan, siempre pasan por algo.

-Siento mucho lo que ha pasado, pero no podía ver como intentaba aprovecharse de ti- decía aún furioso.

-Tendría que ser yo la que diga eso. -río quitándole importancia al asunto

Él ríe también.

-Odio a estos tíos que no saben controlarse con el alcohol, luego la van liando y sin querer, tú te ves envuelta en un lio.

Y joder, que razón tenía. Cuantas veces, por culpa de la inmadurez de unas personas, tú acababas perjudicada.

-Estoy contigo- le digo

Otra vez reina el silencio, esta vez sí es incómodo.

-Gracias por la noche de hoy, a pesar de lo que ha pasado, me lo he pasado bastante bien –le sonreí de manera sincera.

Él sonríe

–No tienes que darlas... pero de nada – me guiña un ojo

-No, en serio, gracias. Hacía tiempo que necesitaba salir un poco y olvidarme por un tiempo de todo.

Él mira un poco confuso y pregunta.

-¿Te ha pasado algo?- pregunto preocupado

-Nada grave, pero que duele muchísimo. Supongo que es ley de vida.

-¿Algún desamor? – me mira

Mierda, para apenas conocernos me conoce demasiado.

-Puede ser- sonrío tristemente

-Eso es bastante malo, duele mucho –dice él con sonrisa débil

-La verdad que si, y más si te da esperanzas de que algo podría pasar y de un día para otro se marcha sin darte explicaciones-hago una breve pausa-¿has tenido algún desamor?

Él mira al frente con tristeza.

-Sí, me enamoré locamente de ella pero ella estaba locamente enamorada de mi mejor amigo- suspira bajando su rostro

Yo me acerqué a él.

-Me imagino lo duro que tiene que ser pero anímate, con lo buen chico que eres seguro que encontrarás a una chica que te ame de verdad.

-Sí, es muy duro. Pero es algo que tengo casi ya superado, aunque a veces me dé por darle vueltas.

-Te entiendo- dije suspirando

Él me mira.

-Vaya, parece que lo tienes muy presente a tu amigo.

-Sí, sucedió apenas un mes- suspiré

Donde estarás, Dylan.

-Con el tiempo podrás recuperarte, estoy seguro. Eres muy fuerte, aunque no te lo creas- se acerca a mí y me sonríe.

-Confío en que si –le sonrío

-Quizás... solo necesites a alguien para olvidarlo.

Y antes de que pudiera responderle.

Él me besó.

¡Aquí tenéis el capítulo 12! Es muy cortito pero prometo que los siguientes serán más largos y con mucho salseo, por supuesto jaja

Muchas gracias por darle una oportunidad a mi novela y por esas 300 visitas, me hace muy feliz.

Nos vemos en el siguiente capítulo y que paséis un buen día :)

Historias CruzadasOpowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz