Capítulo 17

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Me desperté a las nueve de la mañana, cosa rara en mi teniendo en cuenta que hoy es sábado y no solo eso, sino que también había quedado por la tarde con Dylan para jugar un poco a baloncesto.

La verdad, no estoy nerviosa porque más o menos me defiendo en el baloncesto, pero estoy nerviosa por verlo a él, no sé como mi cuerpo reaccionará. ¿Y si le doy con la pelota en la cara y le rompo la nariz? OH madre mía, mejor me voy a desayunar.

Bajé a desayunar, como siempre, mi cola cao con campurrianas, y me puse a ver 'Catfish' en la tele. Después de un rato, dejé el vaso en el fregador y de repente me llegó un whatsapp. ¿Y si es Dylan diciendo que se ha arrepentido y ya no quiere quedar?

Alexiaaa!!!! ¿Te apetece mañana por la mañana una de compras? ;)

Era Gina. Suspiro y sonrío, menos mal que todo sigue en pie.

Espera, espera un momento. ¿Me he alegrado por que los planes sigan en pie? Oh no.

Por supuesto! Esta tarde he quedado con Dylan, ya te contaré (carita del whatsapp con los ojos cerrados y apretados)

¡Ya me contarás! Mucha suerte y a darle caña (carita pícara)

Lo dejo en leído y me dispongo a darme un baño para relajarme un poco. Me dispongo a salir de la bañera y me llega otro whatsapp.

Gracias por la visita de ayer, hoy estoy mejor. Te quiero (inserte corazón)

Era Alex. Un día me matan entre todos. Suspiré, mi plan sigue en pie. Pero, ¿no debería no ir? Ósea, si somos amigos Dylan y yo pero ¿y si pasa algo? Pero claro, más que nada voy para escuchar las explicaciones que me debe. Solo por eso.

¡No las des, te mereces lo mejor!

Me voy a mi habitación y decido el conjunto de esta tarde. Finalmente, decido unas mallas negras ajustadas y una camiseta lisa de tirantes con mis deportivas de Adidas. Las pillé en oferta y hacía tiempo que quería unas así, así que me permití un capricho. En la realidad, soy pobre. Mucho.

La mañana se pasa bastante lenta, quizás porque tenía ganas de verlo y de escuchar lo que tenga que decirme.

Disponía ya a irme, así que agarré una pequeña mochila con agua y demás cosas, me eché un poco de colonia y cogí las llaves. Me puse en marcha y mientras pensaba que le iba a decir cuando llegara. ¿Y si él no estaba todavía? ¿Y si es una broma suya? Negué con la cabeza.

Llegué a las pistas donde habíamos quedado. Quedaban al lado de un parque de niños que jugaban y gritaban sin parar. Menos mal que la pista quedaba más apartado. Me dirigí hacia las pistas, respiré profundamente y

-No sabía que eras tan puntual- dijo mostrándome una sonrisa

Era Dylan justo detrás de mí. Al principio, mis piernas empezaron a temblar cual gelatina. ¿Por qué me hacéis esto piernas? Mejor dicho, ¿Por qué me haces esto corazón?

-Sí -le sonreí- por lo visto tú también eres muy puntual –añadí

Él rió

–Solo cuando me interesa –agregó

Quedé pensativa de aquello que había dicho. ¿Yo le interesaba?

Nos dirigimos hacia un banco que había situado en un borde de la pista y dejamos nuestras cosas. Él se sentó para atarse sus cordoneras.

-¿Has jugado alguna vez a baloncesto?-dijo sin gesto ninguno

¿Me tomaba por tonta?

-¿Quién no ha jugado alguna vez a baloncesto? -dije yo un poco borde

Él rió

–No lo decía para que te pusieras así -sonrió –solo quería saber si querías que te enseñara –dijo él terminando de atarse las zapatillas

He quedado mal. Empezamos bien, desde luego.

-Creo que podré sola –sonreí mirando hacia una canasta

Él sonrió y cogió una de las pelotas

-Vale, el juego consistirá en que uno tendrá la pelota y el otro intentará robársela. Si mete a canasta, volverá a sacar y será punto para él-¿Lo entiendes?

Yo quedé obsoleta ante su cuerpo tan marcado y sus brazos tan bien entrenados en el gimnasio.

-Claro –agregué

-Bueno, pues ¿Qué tal si empiezas tú? –dice lanzándome la pelota

-Está bien

Mierda. Estaba muy nerviosa, apenas tenia pulso. Menos mal que no me decidí por estudiar Medicina sino mis pacientes sufrirían.

Y ahí estaba yo. Empecé a avanzar botando la pelota un poco. Él estaba en posición 'jaca' como lo llamo yo. Tenía su cuerpo echado para adelante y sus brazos abiertos cual gavilán y sus manos abiertas como si fuera a recoger caramelos de las cabalgatas de Reyes Magos.

Yo avancé con paso medio firme, para ser sincera. Poco a poco fui acercándome a él e intenté esquivarlo quedándome a espaldas sobre él. Ingenua de mí. Me robó la pelota en 0'.Él río

-Que bien sabes jugar Alexia –me sonrió sarcásticamente

Yo no contesté y me puse en su lugar para defender y robarle la pelota.

Antes de que me diera cuenta yo ya estaba en el suelo, había podido pasar sobre mí sin ningún tipo de dificultad. Va a pensar que soy como aquellas chicas que odian la actividad física.

Él me prestó su mano y yo lo tiré cayendo él sobre el suelo y yo quedé de pie por que mientras lo tiraba, levanté mi cuerpo.

OH, mal pensado Alexia. Él me puso la zancadilla quedando así sobre él.

Nuestros rostros quedaban a escasos centímetros. Podía contemplar esos ojos color miel con aquellos puntitos amarillos viniéndome así la imagen de la primera vez que pude contemplarlos hace dos años.

Él contemplaba cada uno de los rasgos de mi cara y yo me empezaba a sentir incómoda. Entonces él, posó una de sus manos sobre mi cara y sucedió.



¡Aquí tenéis disponible el capítulo 17! Espero que os guste y gracias por darle una oportunidad a mi historia,os lo agradezco muchísimo!!

Nos vemos en el siguiente capítulo, sed felices! :)

Historias CruzadasWhere stories live. Discover now