Con celo en la boca

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La atmósfera se perfumaba más del tinte negro blanquecino que despedazaban las vigas viejas de la madera del piso superior ruidosas y escandalosas, el sonido rechinan-te en seco candente de un frío tedioso breve-mente cauteloso que tocaba la puerta del estar.

- ¿Alguien está ahí?- pregunto el sujeto de afuera con temor

- ¿Q-que? confuso murmuro - ¿Quién es? - pregunto de mi parte el asesino sin titubear

- Seria una falta de respeto solo mencionar mi nombre, no sería denotar la presencia de los aquí presente - jacto confuso mientras del gabán sacaba un objeto

- ¡No sé quién seas, pero tú y ese grupo de agalludos sujetos, en un murmullo o en lo que sopla el viento del más veloz galopador de los caballos os asesinare! - Pregono excesivamente con voz alta el asesino temerosamente acercándose al grito

- Ethan -dijo mi nombre- de ahora en adelante cierra bien la puerta trasera, la ventana del estar y la del cobertizo, procura taparte los ojos puesto que tintaremos las cortinas de sangre vino tinto. - excelso dijo el vetusto sujeto mientras que se escuchaba como la carcasa de una munición rebotaba en el piso y reventaba el picaporte de la puerta de un disparo

en lo que grita un gallo se empezaron a mover las cosas, murmullos efímeros se escuchaban rozando los muros de cemento, unas palabras sordas que terminaban en "muerte" "sangre" y "MATA, MATA. MATA!" repetidas veces.
Turbio no era la palabra para narrar los enigmáticos sucesos paranoicos que regurgitaban a golpes sádicos en la mente del asesino, la órbita de sus ojos campantes se deslizaban en el azar de una mirada fija y boscosa al sendero más oscuro de la habitación, la última expresión que de su cara vi salir fue como el iris de su ojo se desvanecía hasta caer en su propia ojera, su cadáver siendo sostenido por una daga que atravesaba su corazón a espaldas suyas mientras que rogaba

- No, por favor otra vez no. ¡Lo suplico por dios!

Un sujeto irreconocible que alejaba su lecho cargando su pecho y espalda despejándolo de mi vista.

de la oscuridad sombras irreconocibles que se transformaban en siluetas que deambulaban en el sótano y en frente mío una que paso a paso tomaba la fachada de un crudo joven rubio de ojos azules bien vestido de aspecto fantoche pero aun así bien vestido con un cambio distinto, traía una máscara blanca con pequeños agujeros en su nariz, boca y ojos soldadura escasa con un pequeño vendaje, no era para nada detallada, siquiera tuviese un pequeño detalle que cubriese la ceja, la boca o sus parpado pero con la poca credibilidad que tallo con sangre y pincel estas letras, en un mundo que pinto a mi favor y no despejo la nube que abre las tormentas en el testamento en el que jamás abra sol. El mismo traía un banquillo donde sentarse cargaba un maletín grande y pesado. Se sentó frente mío seguido que su cabeza tomaba su propio libertinaje para explorar mis rasgos faciales, olerme repudiarme o temerme, aun así su cabeza seguía moviéndose extraña pero sigilosa hasta que después de mirar fijo al foco de la luz su mentón frenéticamente señalo al suelo y pregunto.

- Supongo que no conoces quien es tu abuelo – supuso mientras que jugaba con sus dedos.

- Creo que murió en un incendio tratando de salvar a alguien, pero jamás me dijeron quién. – respondí enardecido

- No puedo evitar la risa ethan, me es tan jocosa esta situación- reprochaba a la vez que contenía la risa

- ¿Por qué? – seguía confuso

- Qué mal que no eres una bolsa llena de papas – sopeso- ¡pero a lo que vinimos!

Saco del maletero un pañuelo y alcohol, en su otra mano una pistola y pregunto.

- ¿Prefieres olvidar todo, ser el ridículo condenado a vivir por siempre o gastar minutos asesinando para ser prófugo en la propia chispa de tu adrenalina hasta tu muerte?

- Prefiero la primera opción realmente. – replique sin tartamudear.

- Bueno, realmente el alcohol y el pañuelo no son míos, son del armatoste que está detrás de ti – dijo mientras señalaba mi espalda

De un momento para otro un pañuelo retenía mi respiración, su hombro me ahorcaba y cuando mi brazo se cansó de luchar como una pluma me dejo caer en el frio del cemento, me desataron con un poco de conciencia miraba como el asesino asesinado me recordaba a alguien, sus rasgos y su mano arraigada me suplicaba socorro, me llevaron en un taxi hasta un lugar prestigioso, el rascacielos "WKT TOWER" y me deje llevar por el ángel que tapaba mis ojos y no me dejaba ver,el de mi propia muerte.




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⏰ Last updated: Mar 05, 2017 ⏰

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El asesino del parche en el ojo #WriterAwardsWhere stories live. Discover now