Encuentro

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Finalmente después de años, finalmente puedo verla.

Después de interminables horas frente a la pantalla, hablando de todo y nada a la vez. En ocasiones de temas serios, en ocasiones conversaciones sin sentido.

Nunca creí que conociendo a alguien "por casualidad" quien viva en otra ciudad podría volverse tan importante.

No creo en las casualidades, soy más creyente de que todo pasa por alguna razón. Como si mi destino siempre hubiese sido conocerla, siento que estoy en el lugar correcto en el momento correcto. Ya que todo a mi al rededor está cubierto con una nube rosa que sólo yo puedo ver, siento tanta felicidad que hasta podría soltar sonidos sin sentido mientras giro sobre mi propio eje.

Quizá esté exagerando, quizá sea una historia ya repetida, el conocer a alguien por internet y tiempo después verse en persona, pero la emoción que siento mientras espero en la terminal de ómnibus es genuina.

Miro por encima de la gente esperando encontrar esa cabellera, ese rostro que tanto había visto en vídeo llamadas o fotos, pero recuerdo con un poco de gracia que su estatura no suele sobresalir entre la multitud. Sin embargo sigo buscando con insistencia, ya que la última vez que me mandó un mensaje aseguró que estaba entrando a la estación.

Escucho mi nombre siendo gritado estrepitosamente por esa voz tan nueva pero conocida a la vez, junto con el ruido desordenado de unos zapatos torpes avanzando a gran velocidad, supe que se trata de ella.

Apenas y logro girarme cuando siento como un cuerpo pequeño, pero no tanto, se pega al mío en un abrazo tan fuerte que logra tirarnos al suelo. Agradezco las bajas temperaturas, ya que los grandes abrigos amortiguaron la caída. Con preocupación busqué su rostro para comprobar que no se había lastimado, ya que sucedía con bastante frecuencia, pero sólo pude encontrar la sonrisa más hermosa que haya visto, acompañada de una risa tosca y descuidada que no dejaba de ser linda, junto con unos ojos brillantes quienes derramaban perlas saladas.

Le devolví el abrazo con la misma emoción, permitiéndome darle un dulce beso en su sien. Seguíamos en el suelo, pero no nos importaba, finalmente estábamos uno al lado del otro.

Finalmente podríamos hacer lo que siempre soñamos en conjunto.

Finalmente podríamos vivir juntos.

Por lo menos lo que duraban estas vacaciones. Las que solían ser más largas que las de verano. Es que esperaba, que duraran más de lo que ya lo hacen. Esperaba que fueran eternas. Añoraba tener el tiempo suficiente para entregarle todo lo que le prometí.

Pero aún no era tiempo, sólo me conformaba con tenerla a mi lado por primera vez, sentir su lindo y rebelde cabello bajo mi mano, escuchar su voz sin necesidad de aparatos electrónicos, poder tocarla y poder decir al 100% que ella es real.

Esa chica que parecía de otro mundo es real. Y vino de tan lejos sólo a verme, aún si para otras personas no es tanta distancia.

La gente empezaba a mirarnos, así que nos levantamos del suelo, tomé su maleta para dirigirnos a la salida.

Y finalmente, con las manos entrelazadas, risas tímidas y miradas cómplices, salimos del edificio que presenció nuestro primer encuentro.

El primero de muchos.











No se qué me impulso a escribirlo, sólo quería hacer algo un poco lindo.
Perdón por la baja calidad del escrito ;-; sigo aprendiendo.

Un DíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora