Dolor

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Una tarde, Severus, que había quedado con Lily, se disponía a salir cuando algo lo detuvo: era una lechuza que llevaba una carta para él. La leyó. Decía lo siguiente:

Severus:

Hoy no voy a poder quedar. Nos vemos un día de estos, tengo que hablar contigo.

Saludos,

Lily.

El joven se quedó con la carta en la mano, decepcionado. Además de no poder quedar en aquel momento con ella, sospechaba que ese "tengo que hablar contigo" no auguraba nada bueno. ¿Qué sería? Si era por las Artes Oscuras, le explicaría su propósito de dejarlas. Severus estuvo dándole vueltas a eso hasta que la tarde siguiente, Lily llamó a la puerta de su casa. Él le abrió, contento por su visita, pero al mismo tiempo, nervioso por lo que ella querría decirle.

-¡Hola Lily! -la saludó-. ¡Pasa!

Se inclinó para besarla, pero no pudo, no le dio tiempo porque ella entró rápidamente. Eso incrementó el nerviosismo de Severus. La joven se quedó de pie.

-Siéntate -pidió él.

-No, no hace falta. Tengo prisa, no me voy a quedar mucho rato.

Severus se quedó también de pie, expectante.

-Oye, Severus... -dijo Lily-. Tengo que decirte una cosa: James ha vuelto.

El joven no podía creérselo. No se esperaba para nada eso; todo el mundo había dado a James por muerto, incluso finalmente Lily.

-Y como comprenderás...- siguió diciendo la chica, ya que Severus era incapaz de articular palabra-. Yo creía que estaba muerto, pero no lo está, así que... Bueno, James era mi novio y así va a seguir siéndolo.

Severus se sintió como si le hubieran propinado una fuerte bofetada. Entonces sí que fue capaz de hablar.

-¿Y lo que vivimos, Lily? -preguntó-. Yo no me acuesto con alguien por pasar el rato; lo que hicimos fue porque te quiero -clavó sus ojos negros en los de ella.

-Lo sé, pero... Yo creía que James no volvería, y...

Apartó la mirada, incómoda.

-¡¿Y qué cambia eso?! -exclamó Severus, mientras unas solitarias lágrimas empezaban a resbalarle por la cara-. ¡Estás bien conmigo, ¿no?! ¡Entonces, ¿qué tiene que ver si Potter ha vuelto o no?! ¡Podemos seguir juntos igual!

Lily lo miró con cara de pena.

-¡¡Dijiste que me querías!! -recordó Severus.

-¡Bueno, pues lo siento! Era un momento con depresión, y...

-¡Y quien estuvo a tu lado en ese momento de depresión fui yo!

Lily se levantó. No estaba enfadada, pero se sentía incómoda y no quería seguir allí.

-Bueno, ya me tengo que ir -dijo.

-Con Potter, ¿no?

-Adiós, Severus.

-Lily...

La chica se fue, y él se dejó caer sentado en el suelo, con la espalda apoyada en un sillón, mientras su rabia y su impotencia trataban de salir de su cuerpo en forma de lágrimas.

El suceso relativo a James Potter venía en el número del día siguiente del diario El Profeta. Según el periódico, el chico había sido encontrado por una familia muggle que vivía cerca de la montaña. El hombre de aquella familia era médico y lo había acogido en su casa mientras le hacía curas para que se recuperase. Al prescindir de magia, su recuperación había sido bastante lenta. Y como había estado en el mundo muggle, James Potter no había sabido cómo comunicarse con sus seres queridos.

La elección de Severus: Entre luz y oscuridadWhere stories live. Discover now