Capítulo 5

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~Lidia~
Me desperté a las 8 ya que había quedado con Sandra y Bruno en la biblioteca. Me estaba vistiendo cuando de repente alguien llamó a la puerta, la abrí y ví a David, que parecía nervioso.
-¿Que haces aquí ha estas horas? - Fue lo primero que le dije seguido de un bostezo.
-¿Crees que fuí yo? - Preguntó mirándome con los ojos llorosos.
-Sinceramente, no. - Después le solté una sonrisa, y pareció mucho más tranquilo.
-Pues debes de ser la única persona que piensa eso, están todos en mi contra.
-Tranquilo, yo te creo y estoy intentando convencer a los demás de que piensen igual que yo.
-Gracias, de verdad que gracias, necesitaba hablar con una verdadera amiga...
-De nada - Le sonreí - Ahora me tengo que ir... Si quieres hablamos en otro momento.
-Ah, sí claro, gracias de nuevo.
Me despedí y me fuí corriendo a la biblioteca. Cuando yo llegué Bruno y Sandra ya estaban ojeando algunos libros.
-¿Por qué has tardado tanto? - Preguntó Sandra levantando su mirada del libro.
-Perdón, estaba con David... Chicos, él no es el culpable de la muerte de Paula... -Les eché una mirada de desesperación.
-Bueno, sea o no culpable, ahora estamos aquí para ver si hay otros diarios o alguna otra pista que nos ayude a saber más sobre lo que les pasó a los otros chavales del otro viaje,  y quizá con eso sepamos quien o que mató a Paula. - Dijo Bruno mientras dejaba sobre la mesa un libro.
-Bien dicho, si la muerte de Paula ya ha coincidido con la otra muerte que describía el diario, quizá si no resolvemos lo que ha pasado acabemos como los otros... - Bruno y yo nos miramos, ya sabíamos a lo que Sandra se refería, Eva, la dueña del diario, siempre escribía sobre lo mal que iban las cosas y sobre un montón de muertes y peleas.
Sandra tenía los ojos llorosos y le temblaban las manos.
-Tranquila, lo averiguaremos, averiguaremos que está pasando aquí y lo solucionaremos. -Me acerqué a ella y la abracé.
-¿Averiguar el que? - Se oyó una voz en la puerta, me giré, era David. - Dejaros de tanto secretismo vosotros tres, quiero saber lo que estáis tramando.
-No es nada malo, tranquilízate. -Le expliqué a David mientras me acercaba a él. Luego miré a Bruno, que asintió y dijo:
-Vale te lo diremos, pero antes quiero pruebas de que no mataste a Paula.
A David se le puso la cara blanca y se le pusieron los ojos llorosos.
-N...no... No tengo pruebas... No había nada malo en la comida... Yo no puse nada malo... Lo juro... - David se tapó la cara con las manos y soltó un sollozo. - Yo no tenía nada contra Paula ni contra nadie, no fuí yo... Lo prometo - Dijo llorando.
Miré a  Bruno  y  este  miraba  a  David  con  compasión, se  acercó a  él y  le  abrazó.
-Esta  bien  tío, te  creo.
-Pff... Gracias...
David  se  secó las  lágrimas de  la  cara  y  continuó diciendo:
-Y  tu... Sandra... ¿Me  crees?
-Sí tranquilo, sé que  no  eres  mala  persona. -La  chica  le  dedicó una  sonrisa  amable.
-Gracias  de  verdad, por  lo  menos  ahora  tengo  apoyo... -Bajó su  mirada  a  sus  pies  y  luego  nos  miró uno a  uno  con  una  sonrisa  tímida. - Ahora... ¿Me  podéis explicar  que  es  lo  que  intentáis averiguar?
Estuvimos  casi  media  hora  explicándole todo  el  asunto a  David.
El chico se quedó atónito y parecía un poco asustado. Tardó un poco en asimilar todo lo que le contamos.
-¿Y... por qué no le queréis contar esto a nadie?
-No queremos que cunda el pánico, y menos cuando ya ha habido una víctima... La gente se empezaría a culpar entre ella y habría muchas peleas, lo que menos necesitamos ahora es que la gente se vuelva loca o se asuste. -Le expliqué.
-Vale... -Dejó de hablar de golpe y se le iluminó la cara como si hubiera recordado algo importante. - ¡Creo que ya sé dónde podría haber alguna pista o diario!
Salió corriendo de la sala gritando que le siguiéramos.
Se dirigió a la sala de informática y se sentó enfrente de uno de los ordenadores, tecleó algo que no alcancé a ver y...
-¡Ya está! En el Almacén 3 se guarda todo tipo de libros que han pasado por la nave. Seguramente ahí haya algo que nos ayude en todo esto.
~Nadia~
Eran casi las 10. Revisé el móvil y ví que tenía 2 mensajes de Daniel enviados a las 2:44 de la mañana.
˝Tenemos que hacer algo con Raúl˝
˝Me preocupa mucho su estado, el pobre está fatal... ˝
˝Lo sé, pero  creo  que estos  días preferirá estar  solo  sin  que  nadie  le  moleste... Esta pasando  por  algo  muy  duro˝ -Le  respondí.
Ví  que Daniel leía el  mensaje  al  momento.
˝Precisamente porque esta pasando por una situación dura deberíamos estar ahí apoyándole... ˝
˝Pf, no sé lo que hacer, no le quiero molestar pero tampoco quiero que sienta que esta pasando por esto solo... ˝ -Le dije.
˝Bueno hablamos mejor ahora en el desayuno, chao˝
˝Vale, chao˝
Apagué el móvil, me vestí y me dirigí al comedor. Allí estaban todos menos mi hermano, Sandra, Lidia, Bruno y David
Me iba a sentar junto a Daniel cuando oí a dos personas chillando. Me giré y ví que Teo y Marta estaban discutiendo, corrí hacía ellos para intentar tranquilizarlos.
-¿¡Pero  como  puedes  defender  a  un  puto  asesino!? -Escuché que le  gritaba Marta  a  Teo.
-¡El  no  fue, estoy  seguro, deja  de  culparle! - Le  contestó Teo  mientras  alzaba  las  manos  al  aire.
-¡Eh  vosotros! - Les  grité bruscamente - ¡Calmaros  ya! Venid  conmigo, esto  hay  que  solucionarlo  ya.
Me  fuí con  Marta  y  Teo  hacía el  salón, le  hice  una  señal  a  Daniel  que  significaba  que  quería que  me  acompañase, necesitaría ayuda  si  estos  dos  se  volvían locos  otra  vez.
-A  ver, ¿se  puede  saber  que  pasa  entre  vosotros  dos? - Les  pregunté ya  sentados  en  los  sillones.
-Esta defendiendo a un asesino, eso es lo que pasa - Respondió Marta echándole una mirada asesina a Teo.
-Deja de decir que es un asesino, no hay pruebas. - Dijo Teo, y luego nos miró a Daniel y a mi. - ¿Vosotros creéis que fue él?
-Bueno... No hay pruebas, pero él es el único que tiene acceso directo a la cocina y es el único que manipula los alimentos... - Dijo Daniel.
Teo no respondió a Daniel, simplemente se quedó mirando al suelo y, después de un rato, exclamó:
-¡Lidia!
-¿Lidia? ¿Que tiene que ver con todo esto? - Pregunté.
-Lidia ayudó a David a recoger todos los alimentos cuando se cayeron... Y también fue a la cocina. - Explicó Teo.
-Dudo que Lidia haga algo así - Aseguró Marta. - Lo que quieres es encubrir a tu amigo.
-David ha tenido acceso a la cocina desde que estamos aquí, de repente entra Lidia en la cocina ha ayudar a David y... ¡Boom! Ese mismo día muere alguien por la comida... No sé yo pero eso es sospechoso... - Dijo Teo.
-Eso es verdad... - Susurró Daniel.
-A ver, yo sinceramente no veo ni a David ni a Lidia como asesinos... Pero alguien a tenido que ser y no podemos dejar esto así. - Dije. - Esta tarde reuniré a David y ha Lidia para hablar, a ver si ellos saben que coño ha pasado. - Suspiré, miré a Marta y ha Teo y me fuí al comedor sin dirigir ninguna palabra más, la verdad, no me apetecía nada hablar del tema de Paula.
Estaba terminando de desayunar justo cuando ví a mi hermano Raúl aparecer en el comedor, tenía una pinta horrible, el pelo despeinado, unas ojeras que le ocupaban la mitad de su cara, arrastraba los pies como un zombie... Mi miró y le salude, pero el respondió con un bostezo. Cuando cogió la bandeja y todo lo del desayuno se acercó a mi con el rostro triste.
-Hola... - Me dijo casi susurrando.
-Estas fatal, necesitas ayuda... -Le dije.
-Es que... Aún no me la puedo quitar de la cabeza... Verla ahí muerta... Joder, es muy duro.
-Lo sé hermanito lo sé... De verás que lo siento... Pero no puedes torturarte de esa manera, no tuviste la culpa de nada.
-Ya, pero yo la quería... - Se puso a llorar y le abracé.
-Eh tranqui... A partir de ahora todo irá mejor... Te lo prometo... - Le abracé más fuerte.
Terminamos de desayunar y Raúl,  Daniel y yo nos fuimos a una salón más pequeño que había en la planta de arriba de la nave.
-Y recuerda tío, si necesitas ayuda aquí me tienes - Le dijo Daniel a Raúl con una pequeña sonrisa.
-Gracias Dani, tu si que eres un buen amigo... - Raúl le sonrió a Daniel, cosa que me alegró bastante, ya que hacía días que no veía sonreír a mi hermano.
Poco a poco fuímos animando a Raúl, y creo que ya está mucho mejor que antes.
~Bruno~
Lidia, Sandra, David y yo nos dirigimos al Almacén 3 rápidamente.
-Mierda... Está cerrado - Dijo David mientras empujaba y tiraba de la puerta.
-Creo que las llaves están en el mini-despacho, donde el centro de control. - Explicó Sandra.
-Vale pues vamos. - Aseguré yo.
Fuimos corriendo al despacho y volvimos al almacén. Probamos con unas cuantas llaves hasta que dimos con la que abrió la puerta, y entramos.
Aquello  estaba  hecho  un  desastre, había un  montón de  libros  tirados por  el  suelo, incluso  algunas  hojas  de  estos  que  se  habían soltado.
-Que  asco  da  este  sitio, hay  mas  polvo  que  libros  agh - Dijo  Sandra.
-¿Como  se  supone  que  vamos  a  encontrar  algo  en  esta  porquería? - Preguntó Lidia desesperada.
-Con  mucha  paciencia...- Le  contestó David.
Estuvimos  alrededor  de 2 horas  buscando  algún otro  diario  o  alguna  otra  pista, lo  que  fuera, pero  nada.
-Llevamos  aquí mas  de  dos  horas  y  no  hemos  conseguido  nada, cojonudo. - Se  quejó Lidia  mientras  se  sentaba  en  el  asqueroso  suelo  lleno  de  polvo.
Sandra  se  fue  a  sentar  junto  a  Lidia, justo  cuando  resbaló con  una  página suelta  y  se  cayó encima  de  un  montón de  libros.
-¡Ostia  Sandra! ¿Estás bien? - Lidia  se  había acercado  a  ayudarla. - Chica  tu  siempre  tan  torpe...
-Shh - Le  hice  un  gesto  a  Lidia  para  que  se  callara, había oído algo, como si  un  hombre  estuviera  hablando.
Estuvimos  un  rato  sin  hacer  el  menor  ruido, hasta  que  se  volvió a  oír.
“Día 295. Yo  sé que  fue  Diego  el  que  está matando  a  todos, lo  he  visto, pero  nadie  me  cree. Creo  que  está siguiendo  órdenes de los  Controladores...”
-¡Que  coño  acabamos  de  oír! - Exclamó Sandra  boquiabierta.
-Creo  que  la  voz  se  oía por  aquí - Dijo  Lidia  señalando  al  montón de  libros  dónde había caído Sandra.
Apartamos  todos  los  libros  y  allí estaba, una  especie  de  grabadora  del  tamaño  de  un  móvil. La  cogí y  ví que  tenía  unos  botones  por  un  lado  y  uno  de  ellos  estaba  apretado.
-Supongo  que, al  caerte, debiste  de  apretar  un  botón. - Le  dije a  Sandra.
Le  dí  al  botón de  rebobinar  y  escuchamos:
“Día 143. Hoy  ha  muerto  Celia... Antes  de  morir  me  dijo algo  de  unos  controladores... Me  dijo  que  tenía que  pararlos, que  eran  los  culpables  de  todo  lo  que  esta  pasando...”
-Que  raro, Eva  en  ningún momento  menciona  nada  de  esos  controladores... - Aseguró Lidia.
-Quizá solo  lo  sabían este  chaval  y  la  Celia  esa... Y  claro, el  asesino. - Le  respondí.
Justo  en  ese  momento  se  oyó en  los  altavoces  la  voz  de  Nadia.
"Por favor, que Lidia  y  David se  dirijan a  la  sala  central. Gracias"
Lidia  y  David  se  miraron sorprendidos.
-¿Y  ahora  que  querrán? - Se  preguntó David  mientras  salía del  almacén seguido  de  Lidia.

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