Mi hombre Imposible

Primera semana

- Buenos días, Dr. Drew

- Buenos días, Guillermo – me saluda el medico prenatal, quien es un amigo de la madre de Ian, al volver a Carson Valley, nos recomendó que tenía buenas referencias del médico, es un hombre alto y Moreno, sus ojos son grises, su cabello rizado, brazos anchos, se nota que práctica algún deporte, su pecho es ancho, sus labios son gruesos y carnosos - ¿Cómo te has sentido últimamente?

- Estoy en mis días de comer de todo, Ian ha cumplido con cada uno de mis tantos antojos a cada hora, creo que he subido de peso, igual he sentido mareos, pero no tan seguidos como la primera vez, hemos leído que es normal en mi estado.

- Eso me parece muy bien , que ambos se informen , hoy haremos una prueba y conocer cuánto tienes de gestación – se pone de pie y me entrega una bata médica, pide me cambié en el vestidor, al salir veo a Ian que me observa y frunce el ceño, sabe que no traigo nada por debajo y le molesta que otra persona me vea desnudo, estas rutinas medicas no suelen ser como a las mujeres, a nosotros nos hacen un examen de próstata, pruebas de sangre, exámenes en caso de desconocer de alguna infección sexual o en nuestras partes íntimas, después de la revisión Ian no deja de mirar al médico , mi hombre pierde toda serenidad cuando estoy en revisión médica, por un momento siento que desde que mis exámenes empiezan deja de respirar, después de terminar, vierten un gel especial en el vientre, de esta forma poder ver al bebé, no tengo mucho de gestión así que no se nota lo este, aunque Ian desde que se enteró de nuestro bebé, la pasa más en mi casa que en la oficina o su departamento , cada vez me ve como si fuera de cristal, recuerdo nuestra primer pelea.

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Caminaba por los pasillos de la empresa, las personas que saludaba antes, ya no me saludaban como solían hacerlo, ahora solían mirarme extraño, pero desconocía el motivó, cuando entró a mi área de trabajo, veo otro escritorio y a otra persona mirando su computador.

- Hola ... ¿te puedo ayudar en algo? - me saluda un chico de unos 20 años, Moreno y con barba en su rostro, esta rapado por completo, viste una camisa azul de puntos blancos, cabeza redonda, me saluda con una sonrisa larga y muy dulce.

- Oh ... bueno ... – le devuelvo el saludo y la sonrisa – por lo que veo, eres mi nuevo compañero de trabajo ... aunque gerencia, no me comunico nada, Bienvenido.

Mientras entro y enciendo el computador, el chico no deja de mirarme, abro el correo y no tengo nada actualizado de parte de Ian o recursos humanos, luego el chico me dice algo, que me desconcentro.

- Entiendo, debes ser eres uno de los dueños.

- No, no lo soy – una sonrisa tonta sale de mis labios y él sonríe conmigo, solo pienso que, si me caso con Ian, yo seré uno más de la familia Crocker, será que Ian cree que yo seré parte de esto, espero que no ... no me gusta la idea - créeme, tu y yo somos compañeros de trabajo, uno de tantos empleados, por cierto, soy Guillermo Evans - extiendo la mano y me da un fuerte apretón.

- Mucho gusto ... soy Braulio Carson.

- ¿Cómo la ciudad?

- Si, pero no somos familia. – sonríe – solo compartimos el apellido por casualidad.

- Bien - sonrió, le enseñó las cosas que se deben saber y conocer del departamento, la pregunta y yo respondo, le dejó las cosas más claras posibles, me observa como es mi día a día en el archivo, y la forma de como interactuar y resolver con el equipo que somos, luego él hace lo mismo y perder el miedo o la pena con los compañeros.

- Buenos días - escuchamos a Ian y respondemos el saludo, Ian entra y me besa frente al chico, sus ojos se quieren salir de órbita y mira al computador.