I Will Always Be There For U

Distintos Cafés

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Dos cosas que me mantienen despierto: Olivia y el café.

Ya tenía a Olivia, pero me faltaba el café.

Lo malo de ser adulto es que cuando tienes tu propio hogar -(en mi caso departamento)- y te falta algo para desayunar, tu mismo debes ir al supermercado a buscarlo.

Porque tus padres no están ahí para hacerlo por tí.

-Debería haber una sección de cafés -digo desganado. Olivia tomaba mi mano mientras caminábamos por el largo pasillo con una estúpida canción de fondo.

-No hay tantos cafés que vender, supongo -rió.

-Calla, eres horrible para hablar de café -gruño y vuelve a reír. 

Minutos después, estábamos en la caja registradora comprando café y riéndonos por haber pasado miles de veces delante del café sin haberlo visto.

-¡Por fin! -dije cuando llegamos y me dirijo hacia la cocina para hacerme un café. 

-Estas loco -dice y se acuesta en el sofá para ver televisión. 

-El café me pone así -le digo y empiezo a bajar el tono de voz a lo siguiente. -Al igual que otras cosas...

Voy hacia la mesa del comedor y le veo mirándome extrañada. Tiene las piernas cruzadas y un aspecto holgazán por las ojeras de sus ojos y la fachada de sus pantalones grises.

Me encantaba verle así. 

Simple, siendo ella.

Sin secretos, con total confianza sobre nosotros.

-¿Qué otras cosas? -pregunta por fín cuando me ve sacar el móvil. Le muestro una foto de ella dormida por detrás, donde se le nota su pequeña y hermosa espalda. Al igual que su trasero. -¡Drake Parker! 

Ese grito lo habrán escuchado desde Atlántida, debajo del mar.

¿Existe esa cosa? 

A veces me sorprendo por las dudas tan absurdas que tengo. Ahora entiendo porque los profesores del instituto me solían decir que pregunta con coherencia. 

Malditos rompe corazones de niños con dudas absurdas.

¿Dónde está mi madurez?

-¿Por qué has sacado eso? -hace un puchero y cierra los ojos. No puedo resistirme y me acerco hasta al sofá para darle un abrazote. 

Le doy un beso en la mejilla y puedo contemplarla florecer en un rosado leve.

-Amo que te sonrojes tanto -le susurro aún rodeándola con mis brazos.

-Acuéstate conmigo -dice y abro los ojos de par en par. -Por dios, Drake -pone los ojos en blanco. -Primero, Ni que no lo hubiéramos hecho -lanza una risotada -. Segundo, me refería a que durmieramos en el sofá.

-Nos hemos despertado para dormir -razone en voz alta y sonrío para acostarme a su lado. 

Mi espalda choca con el respaldo del sofá y, mis brazos le sostienen en un abrazo para no caer al suelo. 

-Te amo -le digo. 

-Y yo a tí, bebé -dice. -¡Nuevo Touchdown!

Pongo los ojos en blanco.

-Diablos -maldigo.

-¿Qué?

-Olvidé avisarle a Emily que no iré a la junta de mañana -digo y esta vez es ella la que pone los ojos en blanco. -Oye, no me hagas eso.

-La detesto -dice de manera asquerosa.

-Pues somos dos -reímos. -Pero se las ha ideado para trabajar en el instituto como secretaria general.

-En general te refieres a tí. Siempre anda detrás tuyo, desde que tengo memoria.

-Pues siempre ande detrás de tí, como para fijarme en eso -le digo en una mueca.

Quisiera mirar sus ojos, pero está mirando a otro lado. Y está dada vuelta.

-¿Qué junta es? ¿Y por qué no vas? -corta el rollo de la conversación anterior.

Lo cual agradecí.

-Debo coordinar con el equipo de otro instituto para fichar el día de la partida. 

-Falta la segunda pregunta -dice.

Le doy un beso en la mejilla porque siento que está tensa, y le contesto:

-Debo visitar a mis padres y a Lucy. 

Le siento estremecer.

-¿Puedo ir contigo? Hace tres meses no veo a Lucy.

-Sabes que no es nuestra culpa -le abrazo más fuerte y siento como sus manos quieren entrelazarse con las mías. Así que lo hago por ella y sonríe.

No hemos estado viendo a nuestros padres por temas económicos. Hemos tenido que buscar trabajo en varias partes. Olivia está estudiando diseño gráfico y está trabajando en una librería los días que puede.

Gracias a dios que la directora tiene consciencia de nuestra situación.

-Oh, mierda -dice. -Lo olvidé. Tengo turno completo mañana en la librería. 

-No lo sientas, está bien. 

Silencio prolongado.

-Es tan extraño como las realidades a veces nos perturban. Como nos aíslan de todo y todos. O como a veces no tenemos elección de hacer algo para mejorar nuestra calidad de vida. 

-A veces pienso que deberías estudiar para ser escritora, ¿Qué piensas? 

-Calla -se da la vuelta y le puedo ver sus hermosos ojos azules. -Lo único que me aparta de las realidades para soñar en mi mundo de caramelo eres tú. 

-¿Te acuerdas cuando te reconocí y te dije "Eres tú..."? 

Asiente.

-Debiste haber visto tu cara -empecé a reír. -Fue algo como... ¿Te conozco? ¿Acaso existías? 

Olivia reprime una carcajada, se queda totalmente roja y exploto en carcajadas intensas por eso.

-Idiota. -me insulta. -El café que has tomado me ha cagado mi romanticismo.

-Ajá -digo.

Pero lo que no sabía Olivia era que, no había tomado ningún sorbo siquiera. 

  Dos cosas que me mantienen despierto: Olivia y el café.

Y me estaba manteniendo únicamente Olivia, ahora.