Capítulo 2: Seleccionada

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Los chicos se fueron con Troy a historia y las chicas con Lucy iban a Matemáticas. Yo por mi parte iba a una de las mejores clases que este Instituto pueda tener: Arte y Fotografía.

Muchos pensarán: "Que aburrimiento pasar un cuarto de hora escuchando a un viejo flacuchento hablar sobre Caravaggio y como se odiaba a si mismo". Pues ese no era mi pensamiento, para mi sin duda alguna era una de las mejores y poco apreciadas clases de aquí.

La razón por la que no iba a matemáticas con el resto de mi manada femenina era esta, sin alardear, soy bastante buena en matemáticas así que la maestra Evans me permitió tomar una clase para reemplazar la suya siempre y cuando le entregara cada semana un taller sobre los temas vistos. Fin.

-Buenos días señorita Jauregui. _habló el maestro Finnegan en cuanto entré al salón de primera.

-Buenos días maestro. _contesté caminando a mi asiento.

-Me apetecía hablar con usted sobre algo importante... _subió el puente de sus lentes y me dijo con la mirada que me acercara.

Me levanté de mi asiento y fui con él.

-¿Sobre qué cosa? _pregunté ladeando mi cabeza y arqueando una ceja.

-Usted señorita Jauregui es una de las pocas alumnas que muestra interés por mi clase. Es por eso que decidí recomendarla para un curso de fotografía aquí mismo en un convenio con la Universidad de fotografía de Nueva York. Si todo sale como está planeado, usted podrá recibir una beca en cuanto se gradúe y profesionalizar su curso.

Mi mandíbula estaba literalmente en el suelo, como en las caricaturas graciosas, así mas o menos.

-Yo... Wou... _sonreí sinceramente al hombre frente a mi.

-Espero no nos decepcione señorita Jauregui... _buscó en sus gabinetes y después sacó una Polaroid Optics negra entregándomela con una gran sonrisa. -Usela bien y espero que encuentre una musa para su inspiración.

Miré la hermosa cámara en mis manos y sin evitarlo abracé al maestro.

-No lo decepcionaré señor Finnegan, confíe en mi. _dije antes de que los alumnos empezaran a entrar. Entre ellos para mi mala suerte Camila Cabello y su amiga inseparable que no había visto hasta hoy Aine Ross.

Aine me caía igual o peor de mal que Camila, era exactamente igual a Camila en lo zorras de mierda. Era castaña oscura, tenía la piel blanca, ojos café oscuro y unas cuantas pecas en el rostro, era la co-capitana de las porristas y para serles sincera creo que ella es la archienemiga de mi hermana.

Todo comenzó en nuestro segundo año, habíamos acabado un entrenamiento de Lacrosse y Lauren estaba como siempre en la luna, sin querer entró a una de las duchas que estaba con la puerta entreabierta y se encontró a Aine totalmente desnuda. La chica llamó a su novio, ligue amante como quieran llamarlo que era el enano Simpson y éste casi golpea a mi hermana, por suerte había dejado los bocetos de mi clase de arte en mi taquilla y entre ambas dejamos al enano sin la posibilidad de tener hijos. Desde ese día Laur odia a la castaña.

-Puede sentarse señorita Jauregui. _asentí y me senté de nuevo en mi lugar tomando la cámara.

-Vaya, vaya. Dejó de ligarse a media escuela para ahora hacerlo con los maestros. _comentó Camila detrás de mi.

Sonreí de lado girando a verla.

-Al menos cambio de ligue Cabello, no sigo con el mismo pito corto de siempre. _le guiñé sonriendo aún más al ver como transformaba su sonrisa en una mueca.

-¿Quién te dice que es pito corto? _solté una falsa carcajada.

-¿Quién me dice que no lo es? _giré mi rostro al frente justo cuando el maestro empezaba su clase.

Photograph (CAMILA CABELLO Y TÚ) ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora