Capítulo 20: Estoy... enamorada

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Días después de aquella venganza me encontraba en el lago cerca de mi casa junto a Albano, decidí aprovechar el día tan hermoso que estaba haciendo para tomar algunas fotografías.

Pero...

Me resultaba imposible concentrarme. Había algo, no, alguien, que no dejaba de invadir mi mente. Camila Cabello.

Esa pitufa, miedosa, zorra, adorable, carismática y todos los adjetivos que puedan imaginarse iban de acuerdo con ella.

La odiaba... O eso creía hasta este tiempo en el que me he dado cuenta de muchas cosas que ni cuando eramos amigas me había tomado el tiempo de analizar. Camila mordía su lápiz mientras se concentraba; mordía sus uñas cuando estaba nerviosa, cuando reía atrapaba su lengua entre los dientes y su espalda se arqueaba dependiendo el nivel de su risa, sus ojos... ¡Dios! Si había algo que me gustara más de esa mujer aparte de su trasero eran sus ojos. Tenían un brillo inexplicable, no eran de un color fantástico, pero eran tan hermosos que en un solo segundo podrías perderte en ellos.

Y sus labios...

Era otra de las cosas que no me dejaba ni dormir, eran del tamaño perfecto, rosados y se veían muy suaves. Las ganas que tenía de probar esos labios han aumentado con el paso de los minutos, las horas y los días. Ya estoy teniendo una idea de lo que me sucede con Camila Cabello, pero tenía dos problemas.

1) Ella tenía novio. Un idiota por cierto, se han visto más separados últimamente y eso en parte me alegra.

2) Ella nos cambió. Ustedes dirán que no es un impedimento, pero para mi si. La amistad para mi lo significa todo, los amigos son los que te apoyarán en los peores momentos de tu vida. Aunque muchos piensen lo contrario por esa frase que dice:

"Amigos no existen"

Eso no es verdad, los amigos si existen, solo que no sabemos valorarlos. Porque estoy segura de que si estás rodeado de mucha gente falsa habrá por lo menos uno, que será un verdadero amigo.

Ese fué el problema de Camila ante mis ojos, ella no supo valorar a las personas que darían su vida por ella y decidió largarse con alguien que apenas voltea a verla.

-Creo que me estoy volviendo loca, campeón. _susurré a Albano acariciando su cuello.

Él negó con la cabeza logrando que sonriera.

-Bueno si no estoy loca yo, mamá lo estará pronto, mira la hora y no hemos vuelto.

Albano relinchó mientras yo me subía en el y tiraba de las cuerdas para que empezara a trotar. El cielo se estaba oscureciendo y podía ver claramente la fusión del atardecer con la noche, digno de una fotografía.

Al llegar al establo compartí una zanahoria con Albano, tomé una pequeña bola de Lacrosse que traía conmigo antes de salir y me dirigí a mi casa.

Lanzaba la pelota en el aire quedándome estática en el gran salón de mi casa. No podía dejar de pensar en Camila, en toda su anatomía y hasta en su forma de ser.

Mis pensamientos fueron interrumpidos por un golpe en mi cabeza, cuando giré a ver el comedor estaba frente a mi y allí estaban mis padres, mi hermana con una sonrisa burlona, Alejandro, James, Aine y... Camila.

-Serás imbécil, Jauregui. _señalé a mi hermana caminando hasta el comedor.

-Parecías retrasada jugando con esa bola, tenía que hacerte reaccionar. _mi estúpida hermana se cruzó de brazos sonriendo burlonamente.

Photograph (CAMILA CABELLO Y TÚ) ✔Where stories live. Discover now