Hey Guys, Snap Out of It! | Watashi ga Motete Dousunda + YoI | COMPLETA

16. The Thought of a Kind Man

Mutsumi's Pov

Desde el momento en que hable con Yuratchka Plisetsky hasta ahora me estaba carcomiendo una duda.

¿Qué es _____-san para mí?

Esa pregunta muda la veía cada vez que me encontraba con el joven rubio y sinceramente no sabía cuál podría ser la respuesta correcta.

Por eso es que me pasaba repasando cada instante junto a ella.

La primera vez que nos vimos estaba siendo forzada a entrar en el instituto por Serinuma-san y los demás.

A simple vista parecía un simple capricho de la menor, pero cuando me acerque más pude ver es la forma en la que mordía su labio inferior y en la fuerza que colocaba para no soltarse de los barrotes de la puerta era realmente algo más complejo.

Una especie de miedo que parecía no poder superar tan fácilmente.

Les pedí a los demás un tiempo a solas con ella.

Abrió los ojos lentamente para verme.

Eran de un anaranjado brillante, como el fuego de una fogata, era el reflejo de un alma temerosa y salvaje, pero no estaba seguro del todo en aquel entonces.

En ese momento ella me contó que no tenía ni idea de cómo leer hiragana o katakana, y mucho menos kanjis.

Entonces le prometí ayudarle a arreglarlo.

No pensé que eso me llevaría a tal confusión.

Desde el primer día las largas horas en la biblioteca era amenas, hasta el punto en que encontraba demasiado escaso el tiempo que compartía con la peli morada.

Yo estaba allí para estudiar también, pero varias veces me encontraba mirando a la chica a mi lado.

Tenía la mala costumbre de morder su lápiz cuando estaba muy concentrada, y cuando no captaba algo fruncía el ceño de forma adorable.

Abría ampliamente sus ojos cuando encontraba algo que le resultaba interesante y ladeada la cabeza cuando encontraba algo confuso.

Realmente disfrutaba viendo sus gestos y la forma en la qué sobrellevaba cada obstáculo por muy pequeño que fuese.

Y cuando empezó a llevarse repentinamente bien con Nanashima-kun me sentí de imprevisto con un peso que me era imposible quitar.

No lo entendía. Todos éramos amigos, pero el que _____-san llamara al rubio por su nombre me mandaba dolorosas punzadas, pero pensé que quizá solo empezaba a enfermarme.

"-Yo solo llamo por su nombre a mis queridos amigos"

Accidentalmente solté los palillos con los que comía mi bento, los busque en el piso sin hacer mayor problema.

Incluso si dentro de mi cabeza se empezaban a formar ideas absurdas.

¿Queridos amigos?

¿Yo no entraba en esa categoría después de las largas tardes y sonrisas que compartimos?

Aquello me estaba carcomiendo hasta que finalmente se lo pregunte cuando nos perdimos en la pequeña isla.

No me había puesto a pensar que el respeto que tenía _____-san por mi iba a ser el problema. Pero en cuanto cambio mi apellido por mi nombre no pude evitar sentir un cosquilleo en mi estómago y dibujar una sonrisa tímida para la menor.

Sinceramente, en aquel momento podía decir sin ninguna duda que _____-san se había vuelto en poco tiempo alguien sumamente importante en mi vida.