1.

1.2K 127 112
                                    

Matteo.

—Vamos, Luna se nos hace tarde.— le grite. Seguíamos aún en el hotel, debíamos viajar en dos horas pero con el chequeo de maletas, el tráfico que hay acá debíamos irnos antes.

—Ya voy.— venía bajando las escaleras, se veía tan radiante, como siempre.

—Te ves hermosa, mi amor.— ella sonrió tomando mi mano.

Luna y yo llevábamos dos años de novios, ahora estábamos de vacaciones por Londres. Regresaríamos a Buenos Aires, ahí nos conocimos.

—¿Vamos?— extendió su mano y me sonrió. La tome

—Junto a vos siempre.— me acerqué a ella antes de salí y le plante un beso, un dulce beso.

—Me quedaría besándote horas.— reí —Pero eso tendrá que esperar hasta que lleguemos a, Argentina.— la mire y asentí.

Salimos del hotel entregándole las maletas al chófer que nos llevaría al aeropuerto. Ella pasó adelante y entró al auto, pasé de tras de ella acomodándonos.

—Estoy nerviosa, sabes que no me gustan los aviones mira cuanto me costó subir para venir acá.— reí.

—Si, si, lo sé, pero estoy con vos nada malo va a pasar si estamos juntos. Te lo prometo.— sujete su mano fuerte para darle seguridad.

—Te amo, Matteo.— mencionó mirándome fijamente

—También te amo, Luna.— nos acercamos. Tome con mi mano libre su mejilla y la atraje hacia mi uniéndonos en un cálido beso lleno de amor.

No pude evitar y sonreí mientras la besaba. Ella al sentirlo ocasionó que copiara mi acción.

(...)

Quien diría que ese sería nuestro último beso; aún no comprendía la situación, estaba en un estado de trance, me sentía culpable. Veía a los doctores, las enfermeras, pacientes y visitantes recorrer el sitio; gritos, lágrimas, sonrisas todo se encontraba en este lugar y yo seguía sin entender. Todo pasó muy rápido, no percató a la idea de estar sin ella.

Sentado esperando respuesta, alguna cualquiera pero algo tenía que saber, no podía estar en paz. Decidí ir a caminar por el lugar.

(...)

Llegamos al aeropuerto. Mientras el chófer bajaba nuestras maletas nosotros admirábamos el lugar, aunque ya habíamos estado aquí era realmente sorprenderte.

—Es hermoso.— hablo ella —Aún así me da miedo, no sabes el pavor que estoy sintiendo.— decía riendo

Tranquilizate, amor, no voy a dejar que nada malo te pase.— deposite un beso en su mejilla dándole tranquilidad.

—Ya está todo el equipaje en su respectivo lugar. Que les vaya bien en el vuelo.— se despidió el chófer.

Tome la mano de Luna con fuerza para darle aquella confianza que ella necesitaba. Entramos para recoger nuestros boletos, las maletas ya andaban hacia el avión.

—Cariño, ¿y si mejor viajamos otro día? Neta estoy asustada, necesito un día más.— sabía que tenía miedo pero no podía, entre más rápido llegáramos mejor. Sólo tome su mano y la abrace.

—Tranquila, te lo he dicho antes no dejaré que algo malo te pase, sos mi vida entera, si te tengo, tengo todo. Todo saldrá bien, te lo prometo.— ella asintió y me abrazó fuerte

Recuerdame |Lutteo|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora