4.

726 96 85
                                    

Abrí mis ojos. Me pesaba todo, me sentía molida. Veía todo nublado, no encontraba algo reconocido, solo la misma voz que se venía en mi mente pero no podía reconocerla.

Escuche que se abrió una puerta, pero algo no me dejaba poder ver con claridad.

—¿Señorita Valente?— menciono una voz masculina y grande

—¿Si?— respondí algo aturdida

—¿Como se encuentra?

—Mal, no sé, no puedo ver nada.

—Trate de calmarse. Empiece a hacer como si se despertara de un gran sueño.— asentí.

Me talle mis ojos, empecé a parpadear y poco a poco los abrí. Estaba en un ¿hospital? ¿qué hacía en un hospital?

—¿Se siente mejor?— negué.

—No. No se que hago aquí, me duele todo, encima intento recordar que paso y no puedo.

—¿Como es eso? Usted tuvo un accidente aéreo.

—Es imposible, a mi me aterran los aviones. Yo me quede en casa y no salí.

—¿Como se llama?

—Ehm, ¿Luna Valente?— dije con ironía.

El doctor suspiro.

—¿Pasa algo?— pregunte

—Necesito hablar con la enfermera, ya vengo.— asentí confundida.

Así que tuve un ¿accidente?, ¿aéreo? Es totalmente imposible, no soy de salir y menos en avión. Por ahí y me estaban mintiendo.

Me dolía mucho la cabeza. Por más que quería recordar algo no podía, estaba en blanco.

—Sus padres vienen en camino.— regreso el doctor.

Asentí sin mucho decir; no tenia nada claro, me ardía la cabeza, sentía como palpitaba y todo era borroso. Intentaba recordar que había pasado, pero se me hacía imposible, no había ni un solo recuerdo.

Minutos después, mi mamá entra por la puerta.

—¡Luna!— corre a abrazarme, le correspondí a ello. —Dios, cuanto me alegro que este bien.— y yo seguía sin entender porque.

—Mamá, ¿qué paso? No recuerdo nada, no se que me paso.

—Mi amor..— ella seguía hablando pero de alguna forma esa palabra provoco tanto en mi, inclusive la había oído con alguien más.

—Uhm, ¿qué dices?

—Nada, nada, mejor ahora descansa y mas tarde te digo ¿va?— asentí confundida.

Cerre los ojos, para dormir un rato.

(...)

—Vamos, cariño, anda, solo serán unas horas en lo que llegamos allá.— volví a negar

—Es que me asustan los aviones y lo sabes.

—Te voy a cuidar más que a mi propia vida, unas pequeñas vacaciones nuestras.— finalmente rendida, acepte.

(...)

Me levante sobresaltada. Estaba hablando con alguien pero no sabía quien era con exactitud, no vi su cara, su voz estaba distorsionada. No entendía nada.

—Señorita, Valente.— asentí. —Esta dada de alta. Cuando regresen sus padres podrá irse.— me sonrió y se fue.

Era como estar en una película de terror, no tan literal; me aterraba todo. Sentía como si hubiera perdido algo, no me siento conectada, no se ni quien soy realmente. Esto me desesperaba, por más que quisiera captar algo, no me daba.

Estoy vacía, por lo menos quiero saber si ¿perdí la memoria?, que eso me sonaba lo más lógico.

Más tarde ya estaba yendo hacia mi casa. Tenía muchos nervios.

Iba con mis padres en el auto mientras oía música. Una que otra canción me recordaba a algo, o alguien pero no sabia que o así mismo quien, pero provocaba tanto en mi. Un revoltijo de emociones.

Quería en su defecto gritar, llorar. No sabia que hacer, me desesperaba mi situación.

Llegamos a mi casa ya muy noche por lo que opte irme a dormir sin pensar nada más. Sólo quería descansar.

—No te me vayas a ir otra vez, hija.— asentí con una sonrisa. No capte lo que quiso decir, ni entendí pero decidí hacer como si fuera lo contrario.

Al día siguiente...

Me levante temprano, como era de costumbre en mi. Abro mis ojos con cierta pesadez. Miro a mi alrededor, era efectivamente mi cuarto, pero no como lo solía recordar, estaba algo cambiado.

Volteo hacia la mesita de noche, hacia una pared, y al resto del cuarto. Tenia tantas fotos con un chico. Era apuesto, pero ¿quién era? Por ahí y un primo lejano. Quizá un hijo de una amiga de mi mamá.

—Buen día. — abrió mi mama la puerta de mi cuarto.

—Hola.— respondo aturdida

—¿Te pasa algo?

—Mamá, ¿quién es este chico?— su cara se torno a un color pálido.

—¿Qué pasa?

—¿En serio no lo recuerdas?— negué.

—¿Quién es?

—Mejor vistete, bañate y baja. Vienen visitas.— me dio un beso en la frente y se fue.

A este tipo de cosas es lo que me confunde más. Nadie me explica nada.

Me metí a la ducha, el agua temperatura media y estaba perfecta.

El agua empieza a recorrer mi cuerpo dándome una gran tranquilidad.

—¡LUNA!

Abrí mis ojos de golpe. Era como si un recuerdo viniera a mi mente. Una voz, todo borroso y solo eso se me venia, quería saber más pero no sabía.

Me empecé a vestir tras salir de la ducha. No podía borrar ese recuerdo, tenia que saber que significa, o que era.

—¡Luna, baja, ya llegaron las visitas!— rodé mis ojos y seguí en lo mío.

Dos gritos más y mi mamá ya estaba en mi puerta esperándome. Suspire frustrada. Abrí y salí con ella.

No sabia el porque pero estaba nerviosa, quizá y solo eran amigos de mi mamá como siempre solían venir.

Baje las escaleras con cuidado, además que mi mamá me protegió hasta el más mínimo detalle.

Al terminar todas las escaleras, levante mi vista. Habían tres personas. Una de ellas era el chico de la foto, verlo ahí causo tanto en mi, pero al mismo tiempo miedo, quería que se fuera, ni siquiera sabia quien era.

–N/A.

Holaa
Por fin, JAJAJA. Luna desperto:O ahr
Quiero decir que desde ahora los capítulos serán así, ¿como? Un capitulo narrado por Luna y otro por Matteo con diferentes perspectivas de la historia, por decir así.

Espero les guste muchísimo. Gracias, y sobre todo por esperar siempre JAJA

–ғaтy.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Oct 28, 2017 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Recuerdame |Lutteo|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora