2.

926 109 103
                                    

Abrí mis ojos. Sentí un inmenso dolor. Intente moverme pero falló. Estaba atascado en mi asiento rodeado por cables. Volteo a mi costado y no estaba Luna, recuerdo lo sucedido y sentí como golpeaban mi pecho.

¡LUNA! ¡LUNA!.— grite con desesperación.

¡AMOR, RESPONDEME!, ¡¿dónde estás?!.— volví a gritar pero no escuchaba nada.

Una lágrima corrió mi mejilla, comencé a llorar pensando en mil cosas que le pudo a pasar a Luna. Tome fuerza, tenía que ir a buscarla no podía dejarla donde sea que estuviera.

Me moví con todas mis fuerzas, con un dolor enorme pero seguí. Saque un cable y al instante empecé a tirar los demás. Justo termine, desabroche mi cinturón de seguridad y caí golpeándome con una gran fuerza hacia el suelo.

(...)

No podía estar un momento despejado porque el accidente venia a mi mente. Una y otra vez.

La vida da giros inesperados y los necesarios para aprender de ellos, eso siempre lo he entendido pero, ¿por qué esto? no lo puedo comprender y menos quiero entenderlo.

Tengo mucho miedo, Luna puede quedar en coma, perder la memoria o inclusive morir y odio saberlo. Como quisiera estar en su lugar, ella este a salvo y yo ahí. Todo esto que esta pasando no lo merece, no debió pasar.

—¡Matteo!.— me grita aquel amigo.

—Gastón, hola.— le salude al momento de acercarse.

Habíamos llegado a Buenos Aires en el avión de rescate que había por nosotros.

—¿Como estas?.— se sentó a mi lado

—¿Qué quieres que te diga? Físicamente estoy bien, sabes el resto.— el asintió

—Lo siento muchísimo en verdad, hermano.— suspire. Como consuelo me dio un abrazo. Realmente lo necesitaba.

(...)

Estaba cogiendo, me dolía muchísimo. Con una mano apretaba una herida que se me había hecho en el pecho.

-¡Luna!, ¡amor! ¿donde estas?- gritaba con todas mis fuerzas, las cuales no eran muchas

¡Luna, si escuchas algo contesta por favor!.— pero todo era en vano, ella no respondía.

No sabía por donde caminaba, me había alejado del avión buscando a Luna. Habían muchos restos del mismo, rezaba porque ahí estuviera. Necesito verla, encontrarla.

—¡LUNA!.— grite al verla abajo de restos de avión. Su asiento se había quedado arriba de ella por lo tanto tenía mucho peso por encima.

Empecé a sacarle las cosas, estaba desesperado me negaba a perderla.

(...)

—Hermano, debes tranquilizarte, verás que todo saldrá bien.— me decía

—No puedo, Gaston. No sabes lo que estoy sintiendo justo ahora, ¿sabes que ya me hice mil películas respecto a esto?.— el se limitó a decir algo más

—Quizá, necesitas dormir algo. Anda a descansar a casa, yo me quedo acá.— negué

—No. No me voy de acá hasta saber algo.— asintió

Empecé a preocuparme cada vez más, ¿por qué tardaban tanto? necesitaba saber, aunque sea algo chico. Me levante de mi asiento. Camine por el pasillo en un ritmo repetitivo; quería llorar, gritar, mil cosas pero me limitaba a hacerlo, no podía.

Recuerdame |Lutteo|Where stories live. Discover now