CDM's conflict [Fanfic Corazón de Melón]

Capítulo 4

Ya es por la mañana, que sueño, quieres dormir un poco más, pero es el primer día y no te conviene llegar tarde y perderte las explicaciones. Aunque en realidad...

Vuelves a meterte en la cama y haces el armadillo durante 10 minutos más hasta que sientes un fuerte tirón en la sábana.

— Aghfapujgafunder — dices metiendo la cara en la almohada y cerrando los ojos

— Gunfunderunder que te levantes de una vez — responde tu tía saliendo de la habitación

— Agaffunder... — vuelves a murmurar cogiendo el móvil y desbloqueándolo

Vas a tu correo y miras su última conexión, hace 8 horas... Seguramente ha estado nervioso esperando a ver si le enviábas ese mensaje.

Tecleas con algo de indecisión y lees el mensaje unas 10 veces sin convencerte del todo. Igualmente lo mandas y metes el móvil bajo la almohada mientras vas a vestirte.

Desayunas rápido y te vistes, llevas una camiseta de tirantes rosa y una falta color crema a cuadros, te haces una coleta en el lado y desayunas rápido.

Antes de salir coges tu móvil y resoplas al ver que aún no vió el mensaje, lo metes en tu bolsillo y sales encontrando a esa preciosa pelirroja con su cabello recogido en una trenza saludándote.

— ¡Buenos días Sucrette! ¿Dormiste bien?

— Buenos días Iris, si que has madrugado, debo admitir que estoy algo nerviosa por lo que no descansé lo suficiente

— No podía dormir más, estoy impaciente por ir ya a clases, el verano se me hizo largo — se despereza estirándose y sonríe, se ve llena de energía, solo de verla moverse tanto tu propio cuerpo se siente cansado

— Me imagino que se te hizo largo, es decir, eres hiperactiva y dime ¿Sabes algo de si estarás en mi clase?

— Eso depende del club que elijas, me temo que el mío ya está lleno, pero espero que elijas cual elijas hagas buenos amigos

— Eso intentaré... — contestas sin tenerlas todas contigo

— Oye, me han contado un rumor hace poco, según van contando abrieron un club nuevo este año y su presidente está más bueno que el pan, cómo se llamaba — hace una pose de pensar — Alejandro, Fernando, Bernardo...

— ¿Lysandro? — preguntas tan solo por preguntar

— ¡Eso! Casi casi — exclama orgullosa y tu corazón da un vuelco

— Jajaja ya claro, casi, pues creo que elegiré ese — tratas de parecer desinteresada

— Uhhh, salseooo — se burla imitando a Rubén, más conocido como Rubius