SE BUSCA NIÑERA (para cuidar a nuestra bebé)

17. SEHUN A CARGO

—Sehun, vas a cuidar a la pequeña. Tú solo. —los colores en el rostro de Sehun se volvieron un poco verdosos pero asintió valientemente. Minseok le pasó a la niña con preocupación pero no tenía de otra más que confiar en él.

—Volveré pronto. Lo prometo.

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—Bien, bebé, solo somos tú y yo —Sehun miró a la pequeña con severidad y acercó su rostro al de la infante —¿Vas a decirme quién es tu papá? ¿Soy yo? —preguntó un tanto asustado de que la niña se lo confirmara, pero Sue, como la bebé de seis meses que era, no podía responder a una pregunta que ni siquiera era capaz de entender. Frunció un poco su ceño y miró fijamente a los ojos de Sehun... Si alguien más hubiera estado presente en ese momento hubiera sospechado del parentesco entre ellos pero aunque Sue tenía un gesto idéntico al que Sehun cargaba usualmente, el adulto no pudo o no quiso verlo.

De pronto la niña se dio por vencida en el concurso de ceños y echó a reír, tan ruidosamente como Jongdae, haciendo a Sehun dudar de su paternidad cuando la pequeña parecía a veces tan fuera de sí como lo parecía su posible padre dinosaurio.

—Voy a tomar eso como un no. —miró a la pequeña un poco más, pero negó ocultando sus ideas —Vamos a comer —le dijo y se encaminó hacia la cocina, puso a la niña en el suelo mientras pensaba con que alimentarla.

Entre las cosas de la despensa encontró muchas frutas y consideró que lo mejor sería darle una comida saludable, por lo que tomó un poco de cada cosa y lo sirvió en un plato, cuando estuvo a punto de voltearse para recoger a la niña y sentarla a comer se dio cuenta de que la pequeña estaba intentando ponerse de pie tomando el basurero como soporte. Antes de que pudiera detenerla, el enorme depósito ya se había vendido abajo bañando a la pequeña en desperdicios de comida. Sue cayó de espaldas en el suelo y empezó a llorar asustada. Muerto del miedo de que la bebé se hubiera lastimado con algún vidrio roto o al caer Sehun la recogió del suelo rápidamente. Suspiró al comprobar que no habían daños y que probablemente la infante lloraba por el susto en lugar de llorar por dolor.
—Sh, sh... ya... ya, todo está bien. —Sehun la consoló encontrando cáscara de papas en el pañal de la niña, además algún tipo de salsa asquerosa le había caído en el cabello y en uno de sus piecitos. —Mmh, voy a tener que bañarte verdad...

🍭🍭🍭

Y no es que Sehun nunca lo hubiera hecho, pero honestamente era un desastre como niñero.
<<¿No podías haber sido varón?>>

Metió a Sue en la bañera —con el pañal desechable aún puesto— y se agachó a su lado para restregarle la mugre con su oloroso jabón especial de bebé.

Kim Sehun era apuesto, mucho, era rico, en todo sentido (Luhan puede atestiguar eso), era agradable, era bisexual y era un genio...

...cuando se trataba de meter la pata.

Le costó al menos diez segundos darse cuenta de que la niña tenía jabón en los ojos, tomó al menos otros diez segundos que la niña dejara de gritar como si la estaban descuartizando, un poco más para enjuagarle los ojos —ya que la niña se negaba a abrirlos— y ni hablar de lo que costó que se callara.

El pañal nuevo que el adulto responsable le puso a la niña con los ojos cerrados estaba más chueco que las ramas de un cerezo, pero al menos la niña estaba vestida, limpia y aparentemente había tomado un segundo baño en perfume.

El adulto sentó a la niña en su silla para comer y le puso el plato lleno de fruta que había quedado desatendido luego del incidente con la basura. Como digna posible descendiente de los Kim, la pequeña se abalanzó sobre su plato de fruta como una fiera hambrienta olvidándose momentáneamente de que estaba molesta con Sehun por ser un pésimo cuidador.