Capítulo 2: Un nuevo camino.

2.3K 119 78
                                    


Estábamos en el funeral del soldado que había fallecido por su heroísmo en batalla. A decir verdad, a él nunca lo había conocido pues no es alguien que haya visto. Más que nada porque no pertenece a mi pelotón. Yo estoy en la 501, él estaba en la 45. Por lo que casi nunca nos hubiésemos visto. Todo triste, sus amigos dando unas palabras, el padre rezando, todo paso algo rápido, a decir verdad. Después de los disparos de rifles modernos que teníamos, todos guardamos un minuto de silencio. Todos estábamos uniformados formalmente, el uniforme era un color azul fuerte.

La ceremonia había pasado, me dirigí a comer algo. Era medio día y ya era la hora de la comida. A ver que servían hoy.

El almuerzo de hoy es... Redoble de tambores por favor. El platillo principal "Paella con arroz" ¿A que no es lindo? Muchos que estaban en la ceremonia asistieron, sin mencionar a Rasputín. Ese nombre me causo gracia la primera vez que lo conocí, fue cuando nuestra enemistad estaba floreciendo y a la vez nuestra amistad. Y, sin darnos cuenta, terminamos siendo amigos.

Vi a Rasputín sentarse a mi lado.

- Bien, nuestro tiempo aquí ha expirado.

Voltee a verlo un poco sorprendido.

- ¿Seguro que no te dejan renovarlo?

Él estaba comiendo cuando le pregunte, así que me contesto con la boca llena de comida.

- Amigo, soy mayor que tú, recuerda que ya llevo un tiempo aquí renovando esos tontos contratos, o servicios, como quieras llamarle

Él tenía 34, casi 10 años mayor que yo, pero sin duda él era un poco inmaduro. Yo ya me había acostumbrado a verlo hablar con la boca llena de comida

- Se, quizá necesitan sangre nueva, ya sabes. Siempre están contratando gente.

- Tienes razón.

Continuamos comiendo en silencio. Terminamos nuestros alimentos y yo proseguí a recoger mis cosas y mostrarme frente a la capitana para darme de baja. No espero realmente que me den una gran despedida pues no fui más que un simple médico que curaba las heridas de mis compañeros, civiles y esclavos. Los pasillos azulados metalizados con blanco eran recorridos por mi presencia. A estas horas no se encontraba mucho tráfico de personas pues muchos estaban en estudios, gimnasios o en sus clases de defensa personal especializándose en un arte marcial. De igual manera, siempre tratan de verse limpios con o sin gente, y lo lograban.

Después de un recorrido por las instalaciones, recordando la mayoría de los recuerdos que tenía en mi cerebro. Fue hasta que llegue a la oficina de la capitana. La puerta grisácea ponía "Capitana Phasma" otra cosa que olvidaba mencionar, es que muchos suelen ponerse apodos. Por ejemplo, a mí me dicen "The witch doctor" O el médico brujo, en español. ¿Por qué? Bueno, cuando no hay medicinas prefabricadas a mi mano, me las ingenio para poder usar las hiervas, plantas y hongos a mi alrededor. Todo por leer libros de medicina natural en los estantes de libros que mis padres tenían. Que ahora que lo recuerdo, quien sabe si los hayan tirado, me hubiera gustado pedírselos, aunque quien sabe si me quieran ver de nuevo.

¿Qué rayos? Agité mi cabeza con fuerza, dejando a un lado mi tren de pensamientos y volví al mundo real. Entre sin miedo y me encontré con la oficina de la capitana, que estaba cercas de unas ventanas que apuntaban al campus interior sin techo del edificio.

Ella estaba escribiendo, recargada en su escritorio ejecutivo color café, ¿O estaba firmando? Quién sabe, no le puse mucha atención. Al verme suspendió lo que hacía y volteo a verme. Ella era de cabello rubio y su piel aperlada, complexión delgada, pero fuerte.

Enseñando sentimientosWhere stories live. Discover now