Primer libro de la Duología: Matrimonio Evans.
¿Qué pasa cuando firmas un contrato sin leerlo para que no te despidan? ¿Y qué ocurre si ese contrato consiste en que te casaste con tu Jefe? ¿Y qué pasa cuando tu jefe se convierte en tu marido?
Eso es...
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#LoInteresanteEstaPorVenir
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Landon
Te quiero, bonita
¿Había dicho la verdad? No lo sabía, ni siquiera se porque lo dije esa noche hace cuatro meses.
No sabía que era exactamente lo que sentía por Emily, sabía que estaba atraído por ella pero el otro sentimiento que sentía cada vez que estoy junto a ella o con sólo pensar en ella es un total enigma para mi.
Al día siguiente escapé como un cobarde, no le pude dar la cara a Emily, ella fingió como si no hubiera pasado nada y yo le seguí el juego. Creo que fue lo mejor.
Después de que mis padres se fueran seguimos con la misma rutina, una rutina a la que ya me había acostumbrado y al parecer ella también, ninguno de los dos se quejo ni cambio de rutina.
Para poder dormir necesariamente tenía que pasar toda la noche abrazando a Emily, se volvió algo indispensable. Salía del trabajo y compartíamos el resto de la tarde juntos ¿eso era ser un matrimonio de verdad?
Tampoco lo sabía, pero se sentía bien, hasta el punto de que me empezará a gustar mi nueva vida de casado.
Emily a pesar de ser alguien explosiva también era muy sensible, sabía como sacarme de mis casillas von sólo una frase pero también podía lograr que me olvidara de todo con sólo una sonrisa.
No me arrepentía de la elección que había hecho de esposa, Emily tenía educación y era demasiado bonita.
De sólo recordar de como la llamé aquella noche me sentía incómodo, ni siquiera sabía que tenía un lado cursi, muy cursi para mi gusto.
Unos toques en la puerta me sacaron de mis pensamientos, me desacomode la corbata y di el pasé a la persona del otro lado de la puerta.
Entró mi nueva secretaria por la puerta y se paró nerviosa enfrente del escritorio, estaba muda y eso me exaspero —Señorita Steel ¿se le ofrece algo?
Bajo la vista avergonzada, noté cómo se había sonrojado —Si señor Evans, el señor Luca esta aquí ¿quiere que le de el pasé?
Le afirme con la cabeza y ella me dio una rápida mirada para después salir corriendo de mi oficina, literalmente.
Luca era mi mejor amigo y uno de mis socios, le tengo mucho aprecio a pesar de que sea un idiota, nuestra amistad había comenzado desde que estábamos en la universidad, dos adolescentes de buena familia, populares y mujeriegos.
