🍁6🍁

2K 230 22
                                    

           

Dios me concedió la inmortalidad como castigo. Castigo por poner en peligro a mi hermano y al único hombre que llegue amar. Por lo cual, no morí junto con Taehyung ese anochecer en aquel campo.

Pasaron los años, convirtiéndose en siglos. Actualmente: siglo 21.

Vivia con la esperanza de encontrarme de nuevo con mi hermano Jimin y con el amor de mi vida, Taehyung. Eso es lo que me motiva a salir por las calles modernas, llenas de jóvenes como yo riendo de cualquier cosa insignificante. Muchos me consideraban raro, era diferente a la sociedad pero eso me importaba poco.

Una hermosa mañana de primavera, había decidido ir a pasear en bicicleta por toda la ciudad de Seul. Mi estado de ánimo aumento durante mi recorrido. El aire golpeando mi rostro, entrando por mis fosas nasales y llenando de vida mis pulmones, era tan tranquilizador. Tenía un buen presentimiento, sentía que algo bueno pasaría ese día. Trate de seguir aquella sensación, pero evitaba ilusionarme. Odiaba terminar decepcionado.

Pase enfrente de una cafetería, la pequeña cafetería era de color azul cielo y había una ancha ventana dejando ver a las personas. Muchos eran jóvenes y había pocos adultos. Y fue entonces que lo vi. Llevaba una bandeja con comida en sus manos, iba con unos cuantos chicos más. Reían y hablaban, tomo asiento quedando frente a la ventana. Sentí como mi corazón de encogía de la emoción al ver su mismo rostro, sus mismo ojos, todo en él era como la última vez que lo vi.

Taehyung alzo la vista y nuestras miradas se encontraron después de muchos siglos. Mi corazón volvió a latir con fuerza, podría escucharse hasta los cielos. Taehyung me miro como la primera vez: curioso de porque lo miraba y al mismo tiempo atraído. Era él, lo encontré.

Todo se movió en cámara lenta. Sus hermosos ojos, llenos de alegría, color y esperanza eran los mismos. Por dentro temblaba y trataba de mantener la calma. Quería bajarme de mi bicicleta, entrar a la cafetería y abrazarlo como nunca, necesitaba volver a sentirlo conmigo, oler de nuevo su fragancia, sentir sus labios otra vez con los míos. Lo necesitaba. Pero supuse que Taehyung no recordaría nada de mí.

Alguien de sus amigos pareció llamarlo, pues quito la vista de mí y miro a un amigo que estaba enfrente de el pero un poco sentado a la izquierda. Negó con la cabeza y no volvió a mirarme.

Y me prometí nuevamente, seguirlo y cuidarlo. No lo perdería de nuevo, esta vez no lo dejaría ir. Esta vez, lo protegería con mi vida y lo volvería a tener como la primera vez.

Aunque, después de todo, siempre ha sido mío desde que me enamore de el. Desde que nos enamoramos. Porque el amor...nunca muere a pesar de la muerte o los recuerdos.

>> Te amo Jungkook <<

Recordé haberle dicho

>> Yo te amo más Taehyung <<

GᴏʙʟɪɴUnde poveștirile trăiesc. Descoperă acum