Mil Caras

《Trece》

(04-05-2017)

Miro un año atrás y no puedo creer cuántas cosas han cambiado, sin embargo yo sigo siendo una niña, mientras que tú cada vez eres más hombre. Espero que hayas tenido un tiempo libre para ti, para relajarte y que así puedas disfrutar como Dios manda tu cumpleaños. Si no, pues al menos tómate 10 minutos, pídele a tu hermana que te haga un masaje, y permíteme a mí obsequiarte algo, aunque no sea nada netamente material.

Son las partes más representativas para mí de mi libro favorito, y la verdad es que espero que también te gusten tanto como a mí. Te recomendaría el libro, pero sé que no tienes tiempo para eso, o no lo recordarías. En fin, aquí voy.

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MI AMIGO EL PINTOR
—Lygia Bojunga Nunes

"Me topé con un cuadro que él había pintado: una mujer amarilla. (Un día me había dicho que ella estaba así, toda amarilla, porque se había despertado contenta)"

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"Papá y mamá protestaban: ¡Qué campanadas tan desesperantes! Y mi hermana me preguntaba: ¿Cómo hacemos para que tu amigo pintor olvide darle cuerda al reloj?

Pero cada persona es distinta, ¿no?. Y a mí me gustaba mucho oír el reloj dando la hora, y de noche todavía más. No sólo porque sonaba bonito, no sólo porque me encanta vivir oyendo qué hora es, sino porque cada vez que sonaba, yo pensaba: Mi amigo está allí.

[...] El día que murió, no pude soportar seguir allí; volví corriendo a mi alcoba.

Mas a esa hora el reloj comenzó a sonar, porque era mediodía. Y si alguien me preguntara qué color tenían los sones, yo respondería inmediatamente: ¡Amarillo! Sucede que me volví igualito a mi amigo pintor: Llegué a sentir que el amarillo es un color alegre. Y era tan bueno oír aquel mediodía.

Y sonó. Al principio, amarillo fuerte, pero después el amarillo se fue poniendo más suave; cada vez más suave. La cuerda del reloj se estaba acabando, y por eso los sones se arrastraban con aquel amarillo cada vez más desanimado, cada vez más blanquecino.

Hoy todo quedó blanco: el reloj no sonó más."

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"De noche, cuando me fui a dormir, me quedé esperando, esperando, esperando.

Nada, sólo aquel blanco. Nunca pensé que el silencio fuese así, tan blanco. Y fue en ese momento cuando me di cuenta de que mi amigo había muerto, y de que el blanco dolía más que el negro, ¡sin hablar del amarillo! Dolía más que cualquier otro color."

♦♦♦  

"— Estoy enamorado de Janaína.

Todos rieron.

— ¿Y por qué no me puedo enamorar de una mujer mayor?

— ¡Imagínate!— y todo el mundo se rió de nuevo.

Me pareció mejor no decir nada más. Pero seguí enamorado."

♦♦♦  

"Para mí, la muerte también es algo rojo, algo difícil de entender. Pero que ella venga como viene para tanta gente todos los días, es un poco más fácil de comprender.