Centuries

Aceptación

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Puedo decir con total libertad que mi relación con NamJoon es sin duda perfecta. No hay temores, no hay rencores y por sobre todo, no hay secretos.

De su parte al menos.

Porque yo, desde hace casi un par de meses, le he guardado un secreto que supone tanto la seguridad de mi pelinegro como de mi corazón. Un secreto que debe seguir siendo secreto sino deseo que las cosas se pongan de cabeza... O al menos eso pensaba y deseaba que siguiera siendo así, que hubiese podido encontrar el momento adecuado para decirlo y que él comprendiera mis motivos.

Pero no fue así.

Pero por lo menos, lo conozco lo suficiente como para saber que su reacción, fue la que esperaba. La que tanto temía y esperaba.

**Flashback**

-No- Niego con la cabeza, sosteniendo el celular con una sola mano mientras ordeno mi librero por orden cronológico- No están aquí, debes haberlas dejado en tu casa, Kookie.

JungKook buscaba con una extrema desesperación sus botas timberland. No tenía idea de dónde es que las había dejado, causando un revuelo entero en mi cuarto y su casa.

-¿Revisaste bajo tu cama?- Su voz se oye tan alterada que si no supiera lo que busca, creería que es una verdadera emergencia.

-Sí, también en mi closet, el baño y el cuarto de lavandería. Revise por todos lados.

-Pero...- Lo escucho respirar con frustración- Quiero gritar...

-Kookie, deben estar en algún lado, tranquilo.

-Nunca habían desaparecido de esa forma, siempre se dónde las dejo- Casi puedo imaginarlo tirando de su cabello.

-¿Le preguntaste a Tae?

-¿Tae?

-Él suele estar aquí bastante seguido, viene a platicar con Nam.

-Podrías ser... Te llamo en un rato, te amo- No tengo tiempo de contestar, porque su voz se sustituye de inmediato por los incesantes tonos del celular.

-Sí, claro, también te amo- Digo con sarcasmo, mirando la pantalla de mi celular.

Guardo el cacharro en la bolsa trasera de mi pantalón y termino de colocar la nueva tanda de libros que recibí de Tae por mi cumpleaños.

-____- La voz de Nam me saca de mi estupor- ¿Podrías hacerme un favor?

-Claro- Levanto la mirada y de inmediato lo noto extraño, mirándome tan inquisitivamente que resulta bastante raro en él.

-Llego un encargo especial para mí al bar de JiMin, pero debo hacer algo y no puedo recogerlo ¿podrías ir por mí? Es importante.

¿NamJoon pidiendo favores? Ni en un millón de años.

-Por supuesto...

-He llamado a JiMin, dice que está todo listo, solo hace falta que vayas- Me sonríe con ternura, pero sus hoyuelos no se marcan como de costumbre.

-Bien, iré ya mismo si es tan importante.

Me despide con el típico entusiasmo de siempre a pesar de que regresare en poco tiempo. Decido no darle tanta importancia, NamJoon no es de las personas que suele ocultar cosas.

Camino con paso moderado, disfrutando del día nublado que hace en la ciudad, pudiendo pasear con la suficiente tranquilidad de que el sol no me dañara la piel.

A los pocos minutos, puedo visualizar el bar de ChimChim, con el letrero de luces de neón apagado y con SiWon saliendo por la puerta con tranquilidad.