3. [Indirecto]

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Advertencia: Drama. El harem de Yuu-chan está activo, por tanto, no vayan a asustarse si de repente algún personaje quiera ligárselo (?) en el transcurso del fic las cosas cambiarán.

Dejando eso aclarado, disculpen los posibles errores. ¡comencemos!

•[★]•

Ese mismo día, se encargó de salir antes que sus amigos al receso, esperando finalmente encontrarse con el rubio para almorzar.

Nunca lo hacían... desde principio de curso y sin siquiera darse cuenta, fueron distanciándose el uno con el otro.
Mika había ocupado el puesto de presidente del consejo estudiantil rápidamente. No era sorpresa que la mayoría de chicas votasen por él, ni mucho menos los profesores, pues además de su extravagante belleza poseía una inteligencia y astucia única de él.

Desde entonces, estuvo más ocupado, y Yūichirō comenzó a ser acaparado por sus amigos. Por tanto... inclusive cuando Mikaela buscaba momentos para estar juntos, se encontraba con la imagen de cuatro sujetos rodeando a su ojiesmeralda.

Y vaya que detestaba esas cuatro criaturas... todas se le pegaban como si fuesen garrapatas. Él no era tan despistado como Yuu, podía percibir con gran facilidad los diferentes sonrojos que aquel provocaba en ellos. Los odiaba... por tener su atención cuando él no podía.

Ahora bien, centrémonos. El azabache seleccionó una de las mesas del lugar, colocando su bolso en el centro de éste como si fuese una especie de marca para alejar a los intrusos que quisieran sentarse en ella -como si eso fuese a detenerlos-.

Visualizó al rubio hablando con la cocinera a solo unos cuantos metros de él. Era lunes, y por lo tanto, Mika era el encargado de velar por el menú que correspondería en la siguiente semana junto con la contadora del consejo, pero debido a la aparente incapacidad de esta, Mika se veía organizando todo por cuenta propia.

Dibujando una sonrisa entre los labios, corrió en su dirección mientras gritaba a por su nombre. Debía apresurarse en llevarlo a la mesa antes de que los hambrientos alumnos comenzaran a inundar el lugar... antes de que sus amigos llegasen y el blondo se fuese sin decir nada.

— ¡Mika! ¡Mika! —con euforia se lanzó sobre la espalda ajena, aferrando ambos brazos a su cuello para poder mantenerse en esa posición por más tiempo.
Le importaba poco el hecho de que alguien más pudiese verlos.

Quería a su rubio ahora mismo.

— ¡Vamos a almorzar juntos! Por favor... —imploró al suavizar su gesto, esperando y con aquello pudiese ganarse la atención de quien soltó un gruñido molesto.

Forzando una sonrisa, el mayor fue despidiédose de la cocinera, quien terminó dando por finalizada su plática y emprendió su rumbo hacia la cocina.

En secreto, extrañaba ver a ese par tan peculiar de amigos estando juntos.

— ¿Y ahora? —con un suspiro muy audible, retiró los brazos que el menor había mantenido enrollados en él, pudiendo de esa forma voltearse y encararlo finalmente.

Creyó haber escuchado mal.
Tenía que haberlo hecho...

— No digas "¿Y ahora?" suena como si te estuviese molestando. —mostrando un pequeño puchero, redirigió su mirada a la puerta por donde había cruzado momentos antes la cocinera.

Mikaela tomó aire.

— Muy bien, muy bien. Lo siento... —con tan solo esa disculpa, el menor pareció retomar su postura anterior, irradiando felicidad y al mismo tiempo seguridad, fue inclinándose en torno a él.

ღ Beso Travieso ღ [MikaYuu]Where stories live. Discover now