Capítulo seis.

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*Muchísimos meses después*.

 Magix, el mejor lugar para comprar un regalo de última hora. La tarde caía rendida al crepúsculo con sus tonos dorados difuminándose al horizonte entre centelleantes estrellas que hacían su aparición en el pronto oscuro cielo. Las luminarias de las calles empezaban a encenderse, las tiendas con algunas luces de neón indicaban el propósito del negocio, y una cabeza rojiza seguía entre elegantes vestidos, o joyería, salió del local, decepcionada.

Ahora estaba en medio de un local de antigüedades, si no podía escoger nada ordinario, quizá algo fuera de la norma...

— Gaia, esto no me puede estar pasando a miiiiii....— otro tanto salió volando hasta que lo vio, era hermoso, perfecto, cómo hecho perfectamente para su querida madre... un hermoso joyero, con detalles de rosas en plata en el exterior de la madera, y terciopelo dorado dentro... dio la tarjeta y salió de la tienda casi dando brincos de felicidad.

El día de la rosa era la celebración por excelencia, en que los magicinos y todos aquellos de sus planeta vecinos celebraban a las mujeres que les habían traído al mundo... y Bloom necesitaba una coartada para quedarse ese día sin indicar los por que no regresaba a la Tierra o Isis en todo caso... y para el juego de manipulación y conspiración, no existe nadie mejor que su querida hermana mayor.

*****

El día en cuestión, Musa se levantó sin ganas de hacer absolutamente nada. Odiaba el día de la Rosa. Matlin había muerto años atrás, días como ese sólo servían para aumentar su depresión. El sonido del saxofón resonó en la torre oeste del castillo, y las únicas que lograron escuchar el hermoso, y al mismo tiempo escalofriante sonido, fueron las otras hadas que como ella, se quedaron por no tener nada que celebrar.

Entre esas chicas estaba Stella. Con el reciente divorcio del rey Radius y la reina Luna, la princesa no tenía ganas de ir a su planeta origen a escuchar las eternas discusiones sobre lo que el rey tendría que ceder, o los reclamos de la reina ante la falta de interés del rey en su relación... No, ir al planeta Sol sería ir a no dormir y tener pronto el rostro marchito y ojos rojos de tanto llorar.

Bloom por su parte, en medio de la vacía habitación practicaba para la farsa que se montaría en Magix. Con leves golpes en el rostro, la pelirroja se repetía una y otra vez que decirle «mamá» a su hermana era fácil, Gaia, eran hijas de Marion de Domino, la reina que tenía las características necesarias para ser una gran guerrera y una gran espía, sin decir que de su padre, Oritel habían heredado la habilidad de persuadir, y gran destreza en la palabra... podía hacerlo...

Las tres se encontraron en el enorme comedor, Musa mas deprimida que lo común, con su saxofón al lado, Stella parloteando sobre el magnífico evento en la ciudad, y Bloom con Kiko en brazos, buscándole una zanahoria o alguna legumbre...

— Sky estará ahí, y los demás... y hey, ¿Por qué os quedasteis aquí?

— No celebro este día— Musa tomó una pequeña cuchara, colocando dos de azúcar a su café—, mi madre murió cuando era pequeña...

— Perdón, creo que no debí preguntar...

— No te preocupes— la melodiana tomó un sorbo de café, dirigiendo la mirada violeta a Stella—. Tú, ¿por qué estás aquí?

— Mucho drama, mis padres están divorciados y lo único que hacen es discutir... ¿Y tú Bloom?

— Mi...madre, vendrá a Magix— Bloom se encogió de hombros — así no tengo que viajar a...Isis...

Dragon's Daughters.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora