Collar pt.2

37.9K 3.9K 1.5K
                                    


Estar mal era una definición leve para describir como se sentía, era como estar ebrio o drogado. Jimin podía sentir el entumecimiento en sus partes y las pequeñas motitas de luz en sus pupilas cada vez que movía la cabeza mientras las luces pasaban veloces a través del vidrio del automóvil.

Había estado tan bien en aquella fiesta, bailaba y reía viendo a su amigo tratar de bailar como él pero que fallaba irremediablemente. Se había puesto sus mejores ropas, aquellas de las que su madre desconocía. Y quién diría que terminaría en el asiento trasero de un desconocido yéndose a quién sabe dónde.

El auto paró, pero para Jimin todo era como un borrón. Sin embargo, sintió claramente como era amarcado en pose princesa y como sus instintos le hacían buscar el olor a menta que era mucho más notable y no sabía el por qué.

Momentos después escuchó una puerta abrirse y saliendo por un momento de su trance y aún en brazos del alfa levantó la mirada encontrándose con que habían entrado a una especie de apartamento sacado de revistas. Todo era en matices blanco y negro, unos sillones negros de cuero estaban en la mitad de la sala, cuadros de arte clásico pintaban las blancas paredes.

- ¿D-dónde es-estamos? -Preguntó con la voz bajita.

- En mi apartamento.

¡¿Qué?! Casi grita. Sus ojitos se abrieron de sorpresa. Qué hacía él a las tres de la mañana en el apartamento de un desconocido, en celo y encima de aquello ese desconocido era un maldito alfa. Dios sabe que Jimin no ha hecho nada más malo que no haber hecho caso a sus padres ¡una vez! Era un amor con todos, no hacía nada malo y no ha herido a nadie en su vida.

-¿Por q-qué?

-No me dijiste en ningún momento dónde vivías y creí que sería bueno traerte aquí.

Jimin a pesar de tener la mitad de su razonamiento funcionando supo que pasaba. Había caído como mosca a la miel, nunca un alfa lleva a un omega a su casa sin segundas intenciones mucho menos si este esta en su época de apogeo.

-Y-yo...

-Tranquilo no haré nada que tu no quieras.

Jimin comenzó a hiperventilar, si es que no lo estaba haciendo ya. Estaba entre los brazos de un extraño, un alfa que olía condenadamente bien. ¡Su lobo estaba saltando de felicidad! Pero su parte razonable le decía que le diese un golpe y huyera.

Lamentablemente su parte animal estaba ganando...

Su piel se erizó cuando sintió una fría mano colarse debajo de su camiseta.

-Eres realmente lindo, cachorro...

Jimin no pudo evitarlo y dejó salir un gemido, sus mejillas se tiñeron de un rosado suave, sintiendo aun la mano en su espalda baja hundió su rostro en el cuello del alfa y soltó pequeños jadeos, el calor le estaba quemando y se sentía sofocado, sin aire.

Extrañamente ese olor a menta lo calmaba y alentaba a la vez.

YoonGi estaba a punto de mandar su auto control a la mierda. El aroma del omega le estaba moliendo la cabeza y le incitaba a sacar sus más animales instintos. Las cerezas le pegaban en la nariz y le invitaban a dejarse llevar.

Sin poder evitarlo, con Jimin aún en brazos, llevó su nariz al lugar donde el olor a cerezas era más fuerte.

- ¡Ah! - Jimin ya estaba más en la luna que en esa habitación. Pobre del pelirosa.

-¿Qué es esto? - Dijo YoonGi al llegar a la curva que se formaba en el cuello del omega.

Un collar.

Collar《Yoonmin / Omegaverse》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora