Cap 9: El lápiz

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El sol, una vez más, está sobre el horizonte. El olor a flores silvestres y el relajante canto de los pájaros inunda el ambiente.

–Ey, despierta dormilón –dice Frisk mientras tira de la ropa de Sans.

El esqueleto abre los ojos, lentamente, y ve a la joven humana con la cabeza apoyada en sus piernas, mirándolo con una tierna sonrisa.

El esqueleto abre los ojos, lentamente, y ve a la joven humana con la cabeza apoyada en sus piernas, mirándolo con una tierna sonrisa

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–E- Ey, que haces ahí abajo? –pregunta Sans sorprendido.

–Es que tu piernas son muy cómodas...

–Ah... Y esa corona se flores que tienes en la cabeza?

–Como tardabas mucho en despertar, decidí hacer un par.

–Y dónde esta la otra?

Frisk apunta con su dedo a la cabeza de Sans.
El esqueleto mira hacia arriba y con la mano toca una de esas coronas que hizo Frisk.

–Te queda muy bien –dice la chica con una risita.

–Oh, emm... Levántate, tenemos que recuperar mi mochila... –contesta Sans, sonrojado.

Ambos se levantan.

–Y recuerda que tenemos que devolver el caballo –dice Frisk.

Sans sigue el mismo camino que hizo la noche anterior para encontrar a la humana. La sonriente chica lo sigue, unos pasos más atrás de él.

Poco tiempo después, Sans se para, en mitad del bosque.

–Qué pasa? –pregunta Frisk.

–El caballo, lo dejé aquí!

–Lo ataste a algún árbol?

–...

–Y bien?

–Puede que no.

–Puede?

–No, no lo até...

–Bueno, vamos a buscarlo... No debe de andar muy lejos.

Pero cuando Frisk deja de hablar, ve en el suelo una cosa blanca.

–Sans, mira, una carta! –dice Frisk mientras la recoge.

–Y que dice? –pregunta el esqueleto.

–Ejem, ejem... "Muchas gracias, monstruo desconocido, por dejar este caballo en mitad del bosque. Me he tomado la libertad de llevármelo para mi casa. Como muestra de agradecimiento, te dejé un lápiz dentro del sobre. Te lo regalo.
Con cariño, yo.

–...

–Mira el lado positivo, es un lápiz muy bonito... –dice Frisk mirando el pequeño lápiz rosa.

–Por lo menos las cosas no pueden ir a peor...

Cuando Sans dice eso, Frisk mira hacia arriba, al cielo.

–Que haces? –pregunta Sans.

–Normalmente, cuando alguien dice eso, empieza a llover.

–Vamos a recuperar mi mochila... –dice Sans con un suspiro.

Mientras tanto, en el castillo

Asgore y Asriel están jugando al ajedrez en una pequeña mesa de madera.
Mientras tanto, Chara está apoyada en la pared, haciendo"malabares" con su cuchillo.

–Muevo al caballo y te como tu alfil.

–Jajaja! Buena jugada! –contesta Asgore entre risas.

De repente, un cuchillo es lanzado hacia el tablero, golpeando al pequeño rey de Asriel. Este se clava en la pared, atravesado por el cuchillo.

–Jaque mate... –susurra Chara con una sonrisa–. Venga, dejad de jugar. Tenemos visita.

Segundos después, la puerta se abre y entra un humano, rodeado por tres monstruos.

–Mi rey, un mensajero del reino de los humano nos trae una carta –dice uno de los soldados mientras le entrega el papel a Asgore.

De vuelta con Sans y Frisk

Bueno... No fue para tanto... –dice Frisk.

Sans está lleno de polvo y con algunos agujeros en su ropa.

–Casi me matan!

–Por lo menos recuperaste tu mochila...

–Tuve que darles todo mi dinero para pagar lo del caballo....

–Pero mira que lápiz tan bonito tenemos!

Poco a poco, el cielo se ha ido cubriendo de nubes oscuras. Parece que va a llover.

–Genial... Estamos en mitad de la nada, no hay árboles para protegernos de la lluvia ni...

–Ey mira! Una casa –grita Frisk señalando a una pequeña cabaña.

La chica empieza a correr.

–Eh! Espérame! –grita Sans intentando seguirla.

La pequeña casita tiene una chimenea, de donde sale un poco de humo.

–Mmm... Huele a... Pie de canela? –susurra Sans.

Frisk llega de primera a la casa, y sin esperar por Sans, le da unos pequeños golpecitos a la puerta.

CONTINUARÁ...


Un ángel en tiempos de guerra (Frisk x Sans) (Frans)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora