El Chico Virgen De Mi Clase De Química

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Lauren

Cuando llegue a casa fue muy difícil, había varios policías, ya había planeado con Erick lo que me iba a inventar. Me interrogaron y mucho, ellos seguro no creían tanto mi confesión. Mamá me reporto como desaparecida y yo invente que me fui a una fiesta a la casa de Erick, mamá lloro y me grito.

El resultado de todo ese teatro, es que estoy castigada hasta que mis nietos tengan hijos, al menos eso fue lo que le entendí a mamá cuando lloraba enfurecida. No sabía si estaba más aliviada por verme o enojada por saber que fui irresponsable al no decirle que me desparecí dos días por una "fiesta", algo muy poco creíble, yo solo llore en su hombro como niña pequeña. Hasta mi hermana vino de la universidad, trato de sacarme la verdad, pero le fue imposible.

Ahora estoy siendo constantemente vigilada, mi uso del internet esta "restringido", a solo utilizar el google y el correo, nada de redes sociales, como si no existiera el google +, bueno ella no lo sabe, en fin ahora solo puedo andar del colegio a la casa sin salidas los fines de semana, ¡En que tiempos vivimos!, mi hermana se volvió a ir, ella no vive con nosotras si no en la universidad, a veces le envidio su libertad, me hizo prometerle que le escribiría, ambas estaban preocupadas y no las culpo.

Ahora me encuentro haciendo la tarea, me es imposible sentirme tranquila por todo lo que he vivido últimamente, mi vida paso de los chisme de pasillo a la acción del narcotráfico un cambio muy drástico, seguro será algo interesante para mi biografía, claro si pudiera revelar mis vínculos con la familia de Erick, y hablando del diablo mi celular suena.

— ¿Te encuentras bien?

¿Está de broma?, sonreí

—Claro, solo que las monjas tienen más libertad que yo

Al otro lado de la línea escucho su carcajada, y no sé porque me sentí feliz.

—Tenías que ser tú, Murphy eres única

—Espero que eso sea algo bueno-dije jugando con un mechón de mi cabello— ¿Tu estas bien?

—Sí, lo normal, muchos mafiosos en mi casa, droga de un lado a otro...

— ¡Erick!

— ¿Qué?

— ¿Cómo está tu herida?

—Murphy, estoy acostumbrado a esto, estoy bien te lo aseguro. ¿Tú, ya no tuviste problemas?, claro, aparte de que una monja tenga ahora vida social más que vos-se burla

—Me preguntaron por el golpe en mi cabeza y también revisaron mis manos, habían unas marcas poco visibles pero si como si en ellas hubiesen puesto soga. No sabes lo que tuve que decir para que me creyeran que todo estaba bien.

—¿Qué fue lo que dijiste? —en su tono de voz, estaba conteniendo su risa

—Es secreto

—¿Vamos? —Insiste—yo te salve la vida

—Chantajista

—Acosadora

—Bien, lo de mis muñecas le dije que estaba jugando un juego—él al fin estallo a carcajadas—oye si te burlas ya no te sigo contando

—Bien, lo prometo no me burlare más

—Lo de mi cabeza, explique que me lo hice con el respaldar de la cama, ¿entiendes?

—¿Qué?, ¿te atreviste?, Lauren no conocía ese lado tuyo. Gran imaginación...