Capítulo 17

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Mamá y yo caminábamos a la escuela, toda la noche me la pasé hablando de lo bueno que era Harry, traté de convencerla pero ella sigue pensando que es un maldito bipolar.

El motor de un auto sonó desde lejos y se fue acercando. Se detuvo a nuestro lado.

-Hola bonita. –Dijo Max Kellerman desde su deportivo rojo- Puedo llevarlas si gustan. –Tragué grueso. ¿Este tipo no se cansaba? Miré a mamá, se encogió de hombros y sonrió.

-Claro, gracias Max. –Este se bajó y abrió le abrió la puerta a mamá. Esta entró en el auto con una expresión de timidez. Luego se volvió hacia mí y me sonrió, le di una sonrisa a medias, debía admitir que era muy guapo, me pregunto porque jamás lo había visto por la ciudad, tal vez entró a la universidad y se mudó. ¡Dios! Que hoyuelos… ¡Espera! No, no me puede gustar, este chico en mi época debe tener al menos treinta y cinco años. Sácatelo de la cabeza, Sídney.

-No caminarás ¿O sí? –Me preguntó.

-Pues… si tú no quieres llevarme. –Me giré pero él tomó mi muñeca.

-No, sí quiero llevarte, entra. –Abrió la puerta de atrás para mí, le sonreí.

-Gracias, Max. –Asintió.

-Cuando gustes… eh. –Recordé que en ningún momento nos presentamos, con todo esto del asunto de mamá y papá no tuve tiempo.

-Sídney. –Le dije.

-Hermoso. –Susurró antes de que entrara al auto. Suspiré ¿Por qué me pasa esto a mí? Solo yo vengo al pasado y me enamoro de un chico veinte años mayor que yo.

Todo el camino él me miraba por el espejo retrovisor y yo a él, en instantes recordaba que no debía hacerlo pero era imposible no verlo.

Cuando llegamos mamá se despidió de él con un beso gentil en la mejilla y salió del auto. Yo estaba a punto de salir cuando él me llamó-: Sídney… -Pronunció. Me paralicé.

-Ah… ¿sí? –Él me miraba por el retrovisor.

-¿Tienes algo que hacer esta noche? –Cerré los ojos fuertemente, no quería decirle que no, no quería en serio. Pero debía.

-Max yo…

-Mira, todo lo que Styles era cierto pero ya no soy el mismo, jamás lo seré, yo nunca… -Lo detuve, por mucho que no quisiera.

-Max, no es eso, yo… simplemente no puedo salir contigo, no debo y no preguntes por qué. –Él mordió su labio.

-¿Es por Charlotte? –Preguntó. Negué con la cabeza.

-No, no es por ella. Ya sabes, ella y Harry… están en algo… y yo también. –Mentí.

-Oh, hay otro chico. –Sonaba decepcionado.

-Así es. –Volví a mentir.

-Bueno, si… no funciona, llámame, Charlotte tiene mi número. –Le sonreí a través del retrovisor.

-Claro, adiós. –Al fin bajé del auto.

Mi cabeza parecía un gigantesco garabato, debía concentrarme en el asunto de mis padres pero vino Kellerman y se metió en mi cabeza. Tal vez no sea tan malo, tal vez cuando vuelva a mi época, crezca un poco y yo tenga cincuenta y él setenta, quizá, podría haber una oportunidad entre nosotros ya que la diferencia de edades no se vería tan mal, aunque probablemente deberá estar casado para ese entonces. Era decepcionante y triste a la vez.

Entré al instituto y lo primero que vi fue a Liam con las manos en la cintura de Pau acorralándola contra los casilleros.

-Hey, hey, cuidado con esas manos Payne. –Ellos se separaron y Pau se ruborizó hasta más no poder- ¿Han visto a Charlotte? –Pregunté.

-Creo que está en el baño. –Dijo Pau. Asentí. Los apunté con un dedo.

-No hagan travesuras, los vigilo. –Hice la seña de ‘Te estoy vigilando’ apuntando a mis ojos luego a ella con mis dedos índice y corazón. Ellos rieron. Caminé hasta el baño pero escuché susurros, oí la voz de papá, me alegré, estaban charlando.

-Vamos Charlotte, admite que te gusto. –Dijo él, me acerqué un poco a la puerta entre abierta y logré ver su reflejo en el espejo. Papá estaba detrás de ella, mamá se miraba en el espejo y peinaba su cabello con sus dedos, sus gafas descansaban a un lado del lavabo.

-Debes dejar de meterte en el baño de chicas. –Él se acercó puso sus manos en su cintura. Pude ver como mamá se estremeció.

-Ponte las gafas. –Ordenó.

-¿Qué? –Preguntó confundida. Papá tomó las gafas y se las puso a mamá sin dejar de mirar su reflejo en el espejo.

-¿Sabes? Eres una de esas nerd sexys, que esconden un cuerpo de diosa debajo de esa ropa holgada, y unos bellos ojos debajo de esas gafas, y una actitud de diablilla debajo de esa mascara de niña angelical. –Dijo en el oído de mamá. Su voz fue casi un susurro que pude escuchar.

Mamá mantenía sus ojos cerrados. Los abrió lentamente luego de un minuto.

-¿Qué pretendes con esto Styles? –se volvió a mirarlo.

-Que te des cuenta. –Dijo obvio.

-¿De qué eres un idiota? Pero si eso yo ya lo sabía. –Papá soltó una sonora carcajada.

-Pero por supuesto que lo soy, soy la clase de idiota que te gusta. –Mamá soltó su mano contra su cara dándole una sonora cachetada.

-Cretino. –Él se rió.

-Eres una gatita fuerte. –Dijo sobando el lugar donde ella lo había golpeado.

-No soy una de tus putas –Le dijo. La ira se reflejaba en su semblante.

-Claro que no lo eres –Su expresión se tornó seria-. Yo jamás le he rogado a ninguna chica, nunca, ni siquiera a las que tienen fama de difíciles, pero te estoy rogando a ti. –Ella lo miró y se cruzó de brazos.

-Demonios, Harry ¿qué fue lo te hice? –Sonaba cansada.

-Tú dímelo.

La Historia De Mis Padres | H.S |Where stories live. Discover now