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Podría decirse que ahora formo parte de la Academia de la Verdadera Cruz. Desde que Mephisto regresó había tomado la decisión de que quería ser de utilidad en este lugar, quería devolverles el favor por aceptarme y ayudarme cuando lo necesité. Ahora no solo soy ayudante del director, si no que de vez en cuando ayudo en la enfermería como lo hacía desde el principio. Han pasado ya 6 semanas hasta ahora, ya me he acostumbrado a todo a pesar de que es algo cansado, o al menos es cansado algunas veces. El día estaba por acabar y por ello había regresado a mi habitación totalmente cansada. No dudé ni dos veces en lanzarme sobre la cama por el sueño, aun que claro, la felicidad no me duró pues recordé que debía ducharme, cambiarme y comer algo.

- Ugh...

No quise perder tiempo. Me levanté con toda la pereza del mundo y me dirigí a la ducha. No caía mal algo de agua tibia, mi mente se aclaró, me sentía relajada, era todo lo que necesitaba. Por un momento había creído oír un ruido pero solo lo ignoré, nada iba a arruinarme mi momento personal. Ya que estaba sola se me dio por querer cantar, yo... simplemente llevaba tiempo que no cantaba y mucho menos ahora que estaba tan tranquila. Mi voz resonaba como eco por todo el baño, seguro se escuchaba desde fuera pero no me importaba de cualquier forma pues estaba sola.

Cuando finalmente terminé de bañarme salí con la toalla enrollada en mi cuerpo, iba por algo de ropa para cambiarme pero al instante me paré en seco, pues en la habitación se encontraba Mephisto, mirándome con los ojos bien abiertos por la impresión. Yo claramente tenía el rostro más rojo que un tomate, simplemente no me esperaba verlo aquí, pensé que estaba ocupado.

- Vaya, no esperaba nada como esto .-Me mostró una sonrisa ladina, la cual me hizo sonrojar aún más-

- ¡V..Vete de aquí! .-Exclamé cubriéndome un poco más a pesar de ya estar lo suficientemente cubierta-

- ¿Irme?, pero si esta es mi habitación también, cariño .-Se acercó peligrosamente-

Lo evadí para luego acercarme a uno de los cajones, tomé mi ropa y sin más que decir me encerré en el baño para poder cambiarme. Me tomé mis calmas, simplemente mi rostro aún estaba bastante sonrojado y no quería que me viese así. Cuando pensé que podía finalmente salir con mi actitud firme y confiada todo terminó en la basura, pues Mephisto se encontraba recargado en la pared, como si me hubiese estado esperando.

- ¿¡T..Tú qué haces allí!? .-Exclamé nerviosa-

- Estaba esperando por ti... -Sonrió-

- N..No hagas eso... es raro... -Desvié la mirada-

- ¿Qué es raro?, ¿que quiera esperar a mi novia? .-Dijo divertido-

Al tomarme con la guardia baja decidió abrazarme por la cintura, se encontraba detrás mío por lo que la situación era mucho más incomoda o por lo menos solo para mí. Las palabras no me salían, estaba nerviosa, solo podía esperar a que se separara de mí y me diese espacio para calmar mi corazón agitado.

- ¿Sabes algo?, me he sentido algo raro hoy... -Murmuró en mi oido- ¿crees que me puedas ayudar con eso?.

Mi cuerpo se estremeció, un escalofrío recorrió todo mi ser, solo quería salir de esta situación tan incomoda. Podía jurar que él estaba sonriendo de forma descarada.

- B..Basta ya, Mephisto... q..quiero irme a dormir... -Ya no me importaba comer, solo quería descansar-

- Entonces déjame que te lleve a la cama~ .-Dicho eso me tomó en sus brazos para luego dejarme sobre la cama-

- Yo podía acostarme sola .-Hice puchero-

- Solo te hice un favor .-Se acerca peligrosamente a mí- Ahora tienes que devolvérmelo...

Te Apuesto Mi Vida ❀ Blue ExorcistWhere stories live. Discover now