Obsession: Let's Not Fall In Love ✒ Chaelisa ✒ Chaennie ‹‹FINALIZADA››

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Pov Lisa

El día anterior

- ¿A dónde vas? 

- No lo sé, sólo quiero estar sola... - Me quedé viendo el piso, la verdad me sentía mal por tratarla así, pero no me podía hacer más cercana a ella - tomé tú ropa - dije - vendré después para dártela y recoger la mía, la dejé secando en el baño - dicho ésto salí de la casa de Rosé.

Crucé la calle y tomé un autobús que me llevara a mi casa. Si quería desaparecer por un día debía hacer las cosas con cuidado. Y primero debía asegurarme que mi familia esté bien.

Durante todo el camino no podía dejar de pensar en ella.

No sabía cómo, pero desde hace un tiempo el pronunciar su nombre o el simple hecho de pensarlo... Dolía.

Al llegar a mi casa me quedé afuera pensando en una excusa para no tener que pasar la noche ahí y poder estar sola.

Una vez que se me ocurrió algo entré y cómo siempre me recibieron mis hermanos. Mi papá todavía no llegaba del trabajo y mi mamá estaba descansando.

Entré al cuarto, ya que sólo hay un cuarto en toda la casa, y estaba acostada en su cama.

- Ya llegué mamá...

- Hola hija, oye hace un rato no salía agua de ningún grifo, la televisión no se vé y tu hermanito necesita ayuda con su tarea, le intenté ayudar pero creo que lo confundí más.

Como siempre había cosas por hacer. Me reí. 

Creo que sólo me río aquí...

- Ok, en un rato veo eso.

- Gracias hija.

Cerró sus ojos, hoy tal vez fué otro día pesado para ella. Pero también lo estaba siendo para mí.

Perdón mamá...

- Oye... ¿te acuerdas de Rosé?

- ¿Tu amiga?

- Sí, ella

- ¿Qué pasa con ella?

- Ah bueno se enfermó, y en serio se veía mal, y como sabes ella vive sola así que no hay nadie que la cuide... Es mi amiga y me preocupa así que quería saber si me dejabas ir a cuidarla...

Se quedó pensando, creía que no se lo había creído.

- Está bien...

Me tranquilicé al ver que se lo había creído. Me levanté para ir a arreglar lo que me había pedido.

- Hija...

- ¿Si?

- Confío en tí...

Éso me preocupó un poco, pero ya no me retractaría. Asentí y fuí a hacer lo que me había pedido.

Una vez que había acabado, tomé una mochila junto con mi dinero, me despedí de mis hermanos y de mi mamá.

Al salir ya había oscurecido. El lugar al que quería ir no estaba cerca, pero así tenía tiempo para caminar debajo de ese cielo estrellado, el mismo cielo que ella podía ver... 

En el camino me crucé con una tienda de licores en donde el dueño era un gran amigo de papá. Me costó convencerlo pero al final me dió dos botellas grandes de vodka.

Después pasé a otra tienda para comprar mucho chocolate en barra y seguí mi camino.

Llegué al edificio, y me dió nostalgia al verlo.