Once upon a time (YOONMIN)

Uno.

Había una vez un plebello muy hermoso, el hombre mas bonito que habitaba el planeta se encontraba viviendo en un reino no muy conocido, la verdad era un reino muy pequeño y casi escondido entre playas ríos y lagos, era un lugar muy hermoso pues se cuidaba mucho el ambiente, los árboles, las plantas, las flores.

Dentro del reino obviamente habitaba un rey y una reina y un principe, aquel principe apenas comenzaba a entender como funcionaba su puesto, su madre siempre le enseño a ser caritativo y humilde, mientras que su padre le enseñaba a ser estricto y duro, era ambos sin ningun problema.

Aquello le había funcionado en la vida casi perfectamente, el dia que le toco vivir la tragedia de su vida, caminaba sobre su caballo totalmente negro por las calles de su reino mientras mas personas le seguian por detras, miraba al frente con una expresión fria y sin sentimiento alguno.

-Parece que no le importa.-Susurraron.

-¿Como crees? Eran sus padres, tal vez esta quedando bien con su gente.

-No, yo digo que no le importa ¿Por que no llora? Sus padres acaban de morir.

El joven principe bufo irritado y estaba diapuesto a bajarse del caballo cuando una voz le interrumpió.

-¿A ustedes que les interesa?.

-¿Disculpa?.

-Si, que les interesa, tal vez ya lloro lo que tenia llorar, tal vez se está conteniendo ¿Que quieren decir? ¿Que una persona como el no merece ser nuestro rey? Tonterias.

-¿Por que lo defiendes? Ni siquiera le conoces, es la primera vez que lo vemos salir del castillo.

-Simplemente lo se.

-Ay Park, si no fueras el mas humilde.

-Y apuesto, no lo olvides.-Finalizo la otra persona.

El joven principe se quedo mirando desde arriba del caballo aquel plebello, tenía fachas notando que era un simple campesino, logro tener contacto visual con el y aquel chico parecio quedarse congelado.

-Joven amo, tenemos que regresar al castillo.

-¿Y que mas paso?.

-¡¿Si papi que mas paso?!.-Grito la mas pequeña.

-Mañana continuamos la historia, ya es muy tarde y tienen que dormir.

Yoongi se levanto de la cama de su hija mayor y beso sus frentes y las tapo correctamente, se dirigió a la puerta las miro por ultima vez y apago las luces saliendo por la puerta finalmente dejandola medio abierta.

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