Nueve

1.8K 343 38
                                    

Una vez mas el joven plebeyo se encontraba en el jardín regando sus tan cuidadas y hermosas plantas, comenzó a ver aquellas flores como si fueran suyas y no de la realeza, aquel amor que le otorgaba a las manzanas era exactamente el mismo que le comenzaria a dar aquel jardín.
Por otro lado alguien mas como de costumbre se encontraba observando las acciones del más joven a través de la ventana, sonrió para si mismo mientras sostenía con una mano la gran cortina de color beige que impedía que la luz de fuera entrara por completo en el gran salón. 

-Yoongi, cariño.-Toco varias veces la pequeña taza de té con una cuchara.-Te estoy hablando.

-¿Que sucede Eunha?.-Yoongi se giro en dirección a su prometida.

-Te digo que tu servidumbre no contesta a mis llamados o estan sordos, llevo mas de cinco minutos tocando la campanilla y nadie se ha presentado.

-Lo siento Eunha ¿Que es lo que necesitas?.-Se acerco a la mesa.-Yo mismo ire por ello.

-Azúcar.

Yoongi asintió con su cabeza y tomo camino hacia la cocina, ella mientras miraba por el rabillo del ojo se aseguro que su prometido estuviese fuera totalmente del salon para ponerse de pie y retomar su lugar, tomo la gran cortina y la abrió, fijo su vista a donde se supone que siempre Min esta mirando, todos los dias sin falta a la misma hora la ignora con gran exito por estar mirando algo por la ventana, entonces lo único que logró captar fue al campesino que tenia gran parte de las tareas del castillo, no tenia nada de impresionante y dudo por varios segundos mas que era lo tan asombroso que habia que ver por esa ventana.

Mas tarde en el comedor Eunha y Yoongi se encontraban almorzando con absolutamente todos presentes, órdenes de Eunha.

-¿Por que tienen que estar aqui?.-Hablo Yoongi con total serenidad.

-Por que cuando los ocupas ninguno esta disponible, asi que si algo hace falta estan todos aqui.

Gran parte de los trabajadores del castillo se encontraban haciendo guardia a lo largo del comedor mientras miraban como sus proximos reyes disfrutaban del manjar, Eunha mas que todo, todos excepto uno.

-¿Donde esta Jimin?.-Miro Yoongi a su cuidadora.

-Aún esta en el jardín joven Príncipe.-Hizo una leve inclinación.

-¿Cuanto tiempo lleva ahi?.-Susurró para que la joven al otro lado del largo comedor no escuchara.

-Desde la mañana, no ha salido.

-Hablale por favor.-Le dio la orden.

En cuanto la mujer mayor salio del comedor Eunha la miro extrañada y Yoongi le hizo una señal de aprobación, a lo cual ella no se pudo negar, momentos mas tardes entró de nuevo aquella mujer y detrás llegaba el joven plebeyo.

-¡Pero que atrocidad!.-Se colocó de pie.-¿Como te atreves a venir al comedor en esas circunstancias?.

Jimin algo exaltado por el grito de la mas joven, miro a todos alrededor que le miraban con pena y compasión, a lo lejos miro como la mujer se levantaba de su asiento y caminaba hacia a el sosteniendo su vestido.

-¿Quien te crees que eres para venir e interrumpir el almuerzo?.-Le grito de frente.-¿Has visto las fachas en las que te encuentras? Estas lleno de tierra y lodo.-hizo una mueca de asco. -Yo no puedo seguir comiendo con imágen tan semejante. 

-¡Eunha!.

Absolutamente todos en el salón miraron al principe que seguía sentado en la mesa sin tocar ni un solo bocado de sus platos, su mirada no era dirigida hacia nadie sin embargo se notaba la gran intensidad con la que habia afilado sus pupilas en el instante.

-Si no te apetece seguir comiendo en mi castillo puedes retirarte y comer en el tuyo.-Giro su cabeza un poco mirandola por el rabillo del ojo.-Guardias acompañen a Eunha a su castillo, la visita acabó. 

Eunha un poco aturdida reacciono cuando uno de los guardias ya la habia sacado del comedor escoltandola al carruaje, mientras que Jimin miraba el suelo apenado jalando sus dedos sin saber que hacer o decir. Yoongi pudo notar que el menor mordia su labio tembloroso y arrugaba constantemente la nariz, probablemente evitando un llanto, algo en su pecho se oprimio sin embargo se mostro neutro ante la situación.

-Jimin, sientate.-Le ordenó.

Algo cabizbajo Jimin obedeció, nunca se habia ofendido ni mucho menos avergonzado de que alguien le hablara de sus ropas o su puesto, se sentia orgulloso de ello por que sus vestimentas era lo que su mamá podia ofrecerle y su puesto era lo que el podia lograr en la vida con su esfuerzo y dedicacion, estaba orgulloso de eso, pero la forma en la que le habian gritado y mirado con pena le hizo entender que estaba viviendo sobre una nube, una nube que cualquier persona con malas intenciones podia romper.

-Come.

-Disculpe joven Príncipe, no puedo aceptar comer en la misma mesa que usted.-Agacho la cabeza.

-No te pregunté, te di la orden Jimin.

Jimin also la mirada y observó un pequeño detalle en él, justo en ese milisegundo que su vista se poso en su rotro alcanzo a divisar un pequeño guiño acompañado de una sonrisa, justo antes de que comenzara a comer, la sala pronto se vio vacia mas que con la presencia de ellos dos y Jimin sintio una punzada en su pecho, no una fea sensación de dolor y ardor, mas bien una agitada que causaba algunas cosquillas en él.









~~~~~

Once upon a time (YOONMIN)Where stories live. Discover now