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La tensión podía sentirse solamente entre SeokJin y NamJoon. El ruido del restaurante: personas hablando, puertas abrirse, copas llenarse y platos siendo servidos inundaban los oídos de NamJoon. Pero los oídos de SeokJin eran invadidos por una oración demasiado presente, como si el moreno aun estuviera diciéndola.

«No se me olvida que tenemos algo pendiente

SeokJin se había quedado mudo ante esas palabras, contrario de NamJoon, que después de eso le propuso ir a un restaurante para seguir con la celebración del fantástico trabajo realizado por el mayor.

—Aquí está su orden. —la voz del mesero sacó a SeokJin de sus pensamientos. Se hizo a un lado para que el mesero dejara sobre la mesa el platillo que NamJoon había ordenado por él.

—Gracias. —NamJoon dedicó una sonrisa al mesero cuando le dejó su plato y éste se fue de hacer una pequeña reverencia—. Buen provecho. —dijo a SeokJin.

—Igual. —respondió en voz baja el mayor.

La cena transcurrió en silencio. SeokJin mantenía la vista sobre su comida, sin querer mirar al moreno frente suyo. NamJoon por su parte, no despegaba su mirada del castaño. Le gustaba saber que lo ponía nervioso.

Cuando los platos del postre fueron retirados y la mirada de SeokJin ya no tenía donde distraerse, tuvo que mirar a NamJoon, dedicándole una leve sonrisa.

—La comida ha sido maravillosa. —comentó el mayor apartando la mirada.

—Me alegra que te haya gustado. —NamJoon dio un trago a su copa y el silencio volvió a su mesa.

SeokJin quería hablar sobre lo dicho por NamJoon, pero no se atrevía, no quería dar la impresión de ser un obsesionado con el sexo o algo parecido.

Y una vez más, NamJoon pareció leer la mente del castaño, pues aclaró su garganta y comenzó a hablar.

—Quiero ser directo contigo, SeokJin —se inclinó sobre la mesa, colocando sus codos en la orilla de ésta—. Respecto a lo sucedido en el elevador esta mañana, quiero terminarlo. ¿Qué dices?

SeokJin quiso fingir no saber a qué se refería el moreno por lo que al mirarlo a los ojos y puso la cara más inocente que pudo.

—No entiendo a qué te refieres con "terminarlo".

NamJoon soltó una risita y se inclinó un poco más sobre la mesa. El castaño se limitó a tomar su copa de agua y acercarla a su boca para beber lentamente.

—Muy bien, seré más directo. —SeokJin asintió, pero su garganta se cerró por completo cuando una mano llegó hasta su pierna, provocándole un pequeño brinco. No despegó la copa de su boca, pero tampoco podí pasar el agua ya acumulada—. Quiero tenerte en la cama y follarte sin piedad mientras tú gritas "Daddy" a cada segundo.

SeokJin casi escupió el agua que guardaba en su boca, tuvo que pasarla con algo de dificultad, pero la copa escapó de entre sus dedos cuando la mano del moreno comenzó a subir por su pierna. La copa se estrelló en el piso, quebrándola en miles de pedacitos.

—Lo siento —fue todo lo que logró decir, pero aquello no lo dijo a NamJoon, sino a la copa quebrada a sus pies.

—Yo me encargo —un mesero llegó, recogedor y escoba e mano. Levantó con cuidado los pedazos de vidrio y volvió a desaparecer de la vista del castaño.

Varias miradas se posaban sobre la mesa de ambos, pero toda volvieron a sus asuntos segundos después.

—¿Te sorprendí? —NamJoon preguntó con cierta diversión. Su mano ahora lejos de SeokJin.

† 𝓣𝓱𝓮 𝓑𝓲𝓻𝓭𝓼  †  [NamJin † Book #1]Where stories live. Discover now