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Llegó mitad de semana, y con ello, SeokJin volvía a su rutina mañanera. Acomodó su uniforme, tomó las llaves de su departamento y salió. No tardó más de veinte minutos en llegar, Jiwoo fue el primero -y único- en correr a su lado con una sonrisa amigable.

—¿Cómo estás? ¿Esos tipos te hicieron mucho daño?

SeokJin negó, con una pequeña sonrisa en los labios.

—Estoy bien, gracias. Fueron solo unos rasguños, nada grave.

Continuaron su platicas hasta que los clientes comenzaron a llegar al lugar. Jiwoo presionó para que le contara sobre el "moreno ardiente" que la había hecho de su salvavidas, SeokJin se limitó a contarle lo ocurrido después de que despertara en su departamento y omitió todo lo ocurrido el lunes, para cubrirse diciendo que había tomado dos días de descanso.

El martes, después de dormir hasta medio día, se dedicó a lavar y remendar su uniforme, que había sido levemente dañado por la golpiza de la noche del domingo. No recibió visita, mensaje o alguna llamada por parte de NamJoon, y eso le afectó de cierta manera.

La mañana pasó rápido, los clientes al igual que el trabajo cesaron unas horas y los empleados se sentaron en la barra para tomar un descanso. Todos conversaban sobre temas diferentes, unos reían y otros se limitaban a susurrar. La televisión que colgaba por encima de la barra fue encendida por Jiwoo, que estaba sentado junto a SeokJin.

Cambió los canales varias veces, pero no encontró nada interesante. Tomó el control remoto y apuntó hacia la televisión, soltando un suspiro de frustración. En la pantalla una reportera comenzaba a hablar y el texto en la parte inferior de la pantalla, llamó la atención de SeokJin.

—Espera —SeokJin estiró su palma, impidiendo que Jiwoo apagara el televisor.

Al rededor de las cinco de la mañana, las autoridades fueron notificadas sobre el hallazgo de un cadáver. La persona que dio aviso caminaba hacia su trabajo, notó un bulto extraño entre las hierbas del camino y cuando descubrió que se trataba de un cadáver, de inmediato llamó a la policía. El cuerpo ya ha sido identificado, el empresario extranjero, Christian Park, de veintiocho años de edad, fue víctima de la violencia extrema que se vive hoy en día en la ciudad de Seúl. Recordemos que este no es el primer caso que...

—¿Christian Park? —Jiwoo interrumpió la voz de la reportera, llamando la atención de SeokJin—. ¿No ese hombre llegó aquí hace unos meses? Según iba a colaborar en la creación de la fundación para adictos y todo eso.

El lugar estaba en completo silencio, todos ponían atención a la pantalla.

Según los informes de los peritos, el cuerpo registraba marcas en varias zonas y según sus palabras, "fue torturado hasta la muerte, aun así, recibió el tiro de gracia." Se sospecha de un secuestro, cabe destacar que el joven Park era un empresario exitoso y sumamente millonario.

—La violencia cada día está peor. —comentó uno de los empleados.

—Mejor hay que dejar de ver esto —Jiwoo se apresuró a apagar el televisor y el silencio volvió, los presentes se miraban unos a otros sin saber qué decir—. Seguramente a los mafiosos no les gustó que un gringo llegará a arruinarles el negocio con un centro de rehabilitación. Ya saben cómo es eso...

—Aún así. Era una vida, nadie tiene derecho de quitarle la vida a nadie. —el enfado en SeokJin era palpable, incluso su rostro estaba colorado.

—Tranquilo, SeokJin —Jiwoo le colocó una mano en el hombro—. Tarde o temprano nos iremos de éste mundo de mierda.

—Pero ése chico era joven, talentoso, millonario y le quedaba mucho por vivir.

† 𝓣𝓱𝓮 𝓑𝓲𝓻𝓭𝓼  †  [NamJin † Book #1]Where stories live. Discover now