Un Nuevo Latido |°HOPEV°|

CAPITULO OCHO

HOSEOK.

De todos los lugares en esta ciudad ¿Tenia que escoger un maldito zoológico?
Cuando le dije que me llevara a donde él quisiera, nunca imaginé que me traería a un lugar con animales olorosos y ruidosos.

— ¡Hoseok mira un elefante! — grita TaeHyung haciendo que saliera de mis pensamientos.

— No sé si recuerdas... — incline la cabeza para quedar mas o menos a su altura — ¡Que no puedo ver! —  grité haciendo resaltar a su pequeño cuerpo.

— Lo siento — se disculpa — a veces lo olv...

— ¿Cómo es? — interrumpí.

— ¿Eh?

— El elefante... ¿Cómo es?

Suelta mi mano ganándose un gruñido de mi parte.

— Es realmente grande, tiene unas enormes orejas y una trompa muy graciosa... — escucho a sus manos moverse en el aire, supongo que haciendo algo parecido a la mímica con ellas. Torpe. Al parecer volvió a olvidar que no lo puedo ver y por alguna extraña razón... me gusta que lo haga — ¡oh! y tiene a su pequeño retoño a su lado.

— Debe ser maravilloso — dije con una pequeña sonrisa en mis labios.

— ¡Lo es! Quiero ver más animales, ¿podemos ir con las jirafas? — asiento y no duda ni un segundo en tomar nuevamente mi mano y llevarme a toda prisa por quién sabe dónde, me pregunto si de verdad tiene veintidós años, parece que llevo a un niño conmigo.

Y así nos pasamos la mitad del día, él arrastrándome por todo el zoológico haciéndome tocar uno que otro animal "inofensivo" para poder darme una idea de lo que eran.

Hasta que finalmente nos fuimos.

Y no a voluntad de ninguno.

 [***]                       

No puedo creerlo primero me lleva a uno de los lugares que más odio, me hace tocar animales apestosos y para el colmo hizo que nos sacaran casi a patadas del zoológico.

— Hoseok.

— ...

— HoSeok, HoSeok, HoSeok — vuelve a llamarme repetidas veces y yo nuevamente lo ignoro. Aún vamos tomados de la mano pero en ningún momento le he dirigido la palabra — deja de ignorarme — se detiene haciendo que yo imite su acción — HoSeok no podía dejar que siguieran golpeando a ese pobre animalito.

— ¡Si! ¡Pero no tenías que levantarte a gritarle al domador y golpearlo con tu maldito zapato!

— ¿Cómo sabes que hice lo último?

— ¡Por Dios TaeHyung! Había personas alrededor apreciando tú espectáculo y gritando todo lo que hacías.

— Lo siento pero no me gusto ver al pobre león de esa forma — suelta mi mano y estoy totalmente seguro que se cruzo de brazos — a nadie le gusta que lo golpeen, a menos que sea alguien masoquista, pero hablamos de un ser vivo que sólo actúa por instinto.

No puedo evitarlo y sonrío por su manera tan pacífica y tierna de ser, aunque, también diría que ingenua.

— Realmente eres sorprendente TaeHyung — acerco mis manos a las suyas haciendo que deshaga su cruce y lo tomo nuevamente de la mano — no me sueltes niño tonto, puedes perderme — escucho como ríe por mi comentario y aprieta mi mano con la suya.

— ¿Ya no estas enojado?

— No TaeHyung ya no estoy enojado, sólo recuerdame nunca dejar que escojas los lugares a los que iremos.