Capítulo 31

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Advertencia de contenido sad

Yack no perdió ni una milésima de segundo. Me tomó de la muñeca y me ayudó a salir por la ventana a la velocidad de la luz.

Sin decir nada me arrastró por calles destrozadas que hasta hace unos días estaban en perfecto estado.

La ciudad se había vuelto un escenario post-apocalíptico.

Nos ocultamos en un edificio que en algún momento habría estado en construcción.

Yo jadeaba fuertemente tratando de recuperar el aire, lo mismo que el chico del parche.

-Dios... Dios, Dios, ¿qué vamos a hacer? ¿Cómo puede ser que no lo haya matado otro portador?- dijo Yack al borde del ataque de nervios.

Le tomé las manos y lo miré.

-Hay que ganarle- dije, determinada a no perder ante un chico de mi altura.

-Siempre arruino todo...- murmuró, pasándose una mano por debajo del parche.

-Esto no es culpa tuya- sentencié -Hemos sobrevivido hasta aquí, no vamos a perder ahora.

Me miró con su ojo único brillando.

-Enana... Tengo miedo...- confesó. Esa simple frase me impactó más de lo que debería. Nunca lo había oído decir eso.

Lo abracé por acto reflejo.

-Voy a hacer todo lo que pueda, ¿sí?

-¡SÍ CLARO!- la voz de Ray resonó por el edificio vacío.

El chico del parche alzó la cabeza repentinamente, luego me miró con su ojo único de forma implorante:

-Corre...

-No sin ti- lo agarré por la manga de la chaqueta, obligándolo a moverse. El suelo construido comenzaba a desaparecer, nunca llegaríamos a salvo a ninguna parte.

Antes de darme cuenta estaba escalando los ladrillos desnudos de la construcción, utilizando todo lo que pudiera como un agarre. El chico rubio no estaba siguiéndonos pero quién sabía dónde estaría esperando.

Tocamos tierra solo para seguir huyendo.

Yack no perdió ni una milésima de segundo. Me tomó de la muñeca y me ayudó a salir por la ventana a la velocidad de la luz.

Sin decir nada me arrastró por calles destrozadas que hasta hace unos días estaban en perfecto estado.

La ciudad se había vuelto un escenario post-apocalíptico.

Nos ocultamos en un edificio que en algún momento habría estado en construcción.

Yo jadeaba fuertemente tratando de recuperar el aire, lo mismo que el chico del parche.

-Dios... Dios, Dios, ¿qué vamos a hacer? ¿Cómo puede ser que no lo haya matado otro portador?- dijo Yack al borde del ataque de nervios.

Le tomé las manos y lo miré.

-Hay que ganarle- dije, determinada a no perder ante un chico de mi altura.

Survival Game (Mirai Nikki)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora