Capitulo 19

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Louis llevaba varios minutos despierto, observando a la mujer que dormía a su lado. Perrie descansaba placidamente, abrazada a él y respirando despacio, como si estuviera llena de paz. El castaño no podía dejar de observarla y cada tanto acariciaba su cabello o la besaba suavemente, intentando no despertarla. Le costaba creer que estuviera allí junto a esa mujer que le hacía sentir cosas que jamás había sentido; la amaba tanto que por momentos sentía miedo por esas sensaciones que se arremolinaban en su interior, como si pensara que él no merecía vivir algo como aquello y que estaba ocupando el lugar de otra persona. En ese momento, comenzó a recordar como había llegado allí y rememoró el momento en que le gritó a Eleanor que ya no la soportaba más y que lo de ellos no podía continuar. Seguía sin poder creer que hubiera podido desoír las clemencias de la morena pidiéndole otra oportunidad y que hubiera juntado coraje para enfrentarse a lo que su corazón realmente sentía. Lo que no podía entender es por qué, ahora que tenía aquello que tanto había deseado, una parte de él le decía que eso no estaba bien, como si hubiese cometido un error. Temía que quizás no fuera la persona que Perrie creía que él era y que irremediablemente terminaría por herirla. Negó con su cabeza, como si quisiera quitar esos pensamientos de su mente y se abrazó más a la mujer que dormía a su lado, convenciéndose de que había tomado la decisión correcta. En ese momento, escuchó que su celular sonaba y se sobresaltó, despertando a Perrie.

-¿Louis? ¿Sucede algo? –preguntó la rubia, con la voz pesada por el sueño y los ojos semi abiertos.

-Es mi celular, lo siento, debo atender. Sigue durmiendo, regresaré en un momento –dijo, besándola suavemente en los labios y saliendo de la habitación.

Al salir, el celular había dejado de sonar pero vio que quien había llamado era Eleanor. Llevó su pulgar hacia el botón que apagaba el aparato pero en cuanto lo apoyó, cambió de parecer rápidamente y decidió llamarla, aún sabiendo que era la peor idea que podía tener. El teléfono no llegó a sonar tres veces antes de que una voz angustiada y desesperada atendiera:

-¡Louis, mi amor, por favor perdóname!

- Eleanor, ya basta…

- ¡No, no me cortes, escúchame por favor, te amo! ¡Si me dejas me muero, te juro que me suicidaré, no puedo vivir sin ti Louis por favor! – Eleanor hablaba rápidamente y entrecortada por el llanto.

-¡No digas tonterías! Eleanor, duerme y mañana hablaremos mejor.

-¡No, no me cortes mi amor por favor, ven ahora, te necesito Louis, por favor! – Eleanor lloraba cada vez más y a Louis se le hacía más difícil la situación.

-¡No voy a ir a tu casa ahora Eleanor, son las tres de la mañana! Duerme y mañana hablaremos cuando estés más tranquila.

- ¡No! Louis, ¿por qué me haces esto? Yo te amo y haré lo que sea para que seas feliz conmigo, por favor… Te juro que cambiaré, dame otra oportunidad mi amor, por favor, solo una…

-¿Es que no entiendes? ¡He dicho que no! – Louis comenzaba a impacientarse y el hecho de que Eleanor llorara cada vez más lo hacía sentir un completo canalla.

- Louis… Ven ahora, te lo suplico… Hablaremos y si aún quieres que nos separemos, lo aceptaré… Solo eso te pido, por favor…

Louis no contestó; se quedó en silencio pensando unos segundos, mientras escuchaba el llanto de su ex novia. Respiró resignado, completamente inseguro de lo que iba a decir pero aún así, contestó:

-Está bien Eleanor, iré para allá en unos minutos.

Colgó, sintiéndose un completo imbécil. Llamó un taxi ya que afuera llovía y luego fue a la habitación donde lo aguardaba Perrie, para despedirse de ella. La rubia estaba despierta y lo miró con preocupación al ver que se acercaba y besaba tiernamente su frente pero no se acostaba nuevamente sino que empezaba a vestirse.

Sucedio un VeranoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora