3. La ventana indiscreta

388 33 8
                                    

POV Ponyboy

La noche llegó apresurada y fuimos al Dingo. Íbamos Dallas, Two-Bit, Johnny y yo. Los mismos que estuvimos en el Nightly Double aquella noche. Todos lo hemos pensado pero ninguno lo ha dicho en voz alta, y con Two-Bit al lado siempre hay tema de conversación. Sin darnos cuenta la noche en la que comenzó todo se había vuelto una noche tabú, no solíamos hablar de ella directamente, sino de forma disimulada. En parte por Johnny y por otro lado porque no era agradable recordarla.

Nos sentamos en las filas de detrás por dos razones: una, nos habíamos colado sin pagar; dos, desde la muerte del Soc y desde que rescatamos a aquellos niños todo el barrio nos conoce. A ver, no es como si fuéramos famosos, sólo se te acercan a preguntar "vosotros sois aquellos chavales que rescataron a los niños de la iglesia, ¿no es así?". Aunque no lo parezca, es muy incómodo tanto para mí como para Johnny, bueno, más para él que es tan callado y reservado. Eso, pensaba yo, le hacía ser él, era parte de su encanto, así que tampoco tenía por qué cambiarlo.

—Two-Bit, trae unas Pepsis para mí y para Johnny —dijo Dally.

—¿Tú quieres Ponyboy?

—Claro.

En otras circunstancias habría respondido algo como "nunca digo que no a una buena Pepsi" o algo por el estilo, pero joder, llevaba todo el día comiéndome el coco. Tampoco era nada nuevo desde... Joder, me acababa de dar cuenta de que mi pasado no me dejaba vivir el presente.

—Toma Pony —me extendió la Pepsi.

—Gracias.

—Tomad las vuestras —se acercó a Dally y a Johnny.

A diferencia de mí, Dallas no le agradeció la bebida, pero no es nada que criticar, sólo señalo que no lo hizo, y Johnny por su parte parecía tan distraído como yo. Supongo que toda esta situación era aún peor para él. ¿Pero que digo? ¡Por supuesto que era peor para él! Él era quien no podía caminar, el que tenía el trauma de la paliza que le pegaron aquel día, el que lo pasaba verdaderamente mal en casa; sí, él sí que debía sentirse mal.

La película se llamaba La ventana indiscreta (Rear Window en inglés). Iba de un fotógrafo que tenía un vecino que le espiaba o algo así, tampoco le presté mucha atención ya que tenía la cabeza en otras cosas. Al final de la película vimos que estaba basada en un libro llamado It Had to Be Murder. Tanto Johnny como yo nos miramos, a pesar de estar en extremos diferentes, al leer eso. Nos recordó a Lo que el Viento se llevó...  porque también habíamos visto primero la película y más tarde nos enteramos del libro. La verdad era que me dieron ganas de volver a leerle en voz alta una nueva historia, pero no supe si él tuvo esa sensación.

—Menudo peñazo de película —se quejó el bueno de Dallas al acabar.

—Tampoco ha estado tan mal —dije yo, aunque no sé si podía opinar sin haber prestado atención.

—Para la próxima vez prefiero quedarme en algún bar buscando bronca.

—¡Dallas Winston! —gritó una voz familiar. 

Era Tim Shepard, ¿qué habría hecho esta vez Dally? Vi como la mirada de Johnny decía desesperada "más peleas no". Yo también estaba harto de peleas.

—Hombre, Shepard.

—¡Sé que has sido tú quien me ha pinchado de nuevo las ruedas! —todos sabíamos que había sido él.

—¿Y?

—Esta vez lo vas a pagar, hijo de puta.

—¿Con qué dinero? —la sonrisa de Dallas era inmensa.

—Con tu sangre.

Entonces salieron del local y nos quedamos nosotros tres solos en las sillas del Dingo, mirando los créditos mientras sabíamos que Dally ganaría una bronca más. Parecía que las llamase.

POV Johnny

Estaba algo preocupado por Dallas aún sabiendo que no le iba a pasar nada demasiado chungo. A Dally le encanta pelearse, eso lo sabemos todos, pero a veces me preocupaba que de verdad le pasara algo, que se le acabara la suerte y que acabase mal de verdad. Tim se veía muy enfadado y dispuesto a hacerle pagar, y solo de haberle visto venir cabreado me dio un escalofrío.

Últimamente me preocupaba demasiado por todo. Definitivamente lo que había pasado me había marcado mucho. En fin, apartando esos pensamientos, me concentré en leer los créditos de la película. Desde luego no estaba tranquilo y busqué cualquier cosa para distraerme.

—¡Joder! —se quejó Two-Bit—. ¿Tenéis cigarros?

—No —respondí yo encogiéndome de hombros y Pony negó con la cabeza.

—Mierda —suspiró—. No os mováis de aquí, me voy a comprar un paquete.

¡No Two-Bit, porfa no te vayas! No, no te alejes, no entres en la tienda... Mierda. Me puse nervioso de repente, como me pasaba últimamente cuando estaba a solas con Pony, sin motivo alguno, porque sí. Bueno, no, mentira, sí que lo tenía, pero es demasiado como para admitirlo ahora. No sabía ni qué hacer, le miré de reojo, él estaba distraído mirándose las manos, jugando con un cartón vacío de tabaco y suspirando de vez en cuando.

—¿Pasa algo? —preguntó mirándome. Sin darme cuenta me lo había quedado mirando demasiado tiempo.

—Tío, Darry tenía razón, estás más distraído de lo normal —intenté disimular.

—No sé, Johnny —suspiró. Parecía que lo estaba pasando un poco mal. Tampoco le culpo, estuvo conmigo cuando todo se torció.

—Es normal que estemos afectados  —dije, desganado. No sé cuantas veces lo he dicho ya.

—Supongo —dijo abriendo la Pepsi y bebiendo. Yo hice lo mismo y me concentré en ese sabor tan refrescante. Las cosas ya habían pasado y no se podía volver el tiempo atrás para arreglarlas. Es lo que hay y debíamos superarlo. Era difícil, eso era todo.

—Espero que Two-Bit traiga más de un paquete —dijo después de un momento, mirando la dirección en la que se había ido Two-Bit.

—¿Te ha gustado la película? —pregunté yo, nada más por sacar un tema de conversación. Pero a juzgar por su expresión al mirarme supe que había sido mala idea. Estaba ido, más que nada, distraído.

—Bueno... Sí —contestó Pony seco.

—Al final ponía que estaba basada en un libro.

—Sí.

Se notaba que estaba incómodo. Y yo también. Era como si el mundo conspirara contra nosotros y nos diera más razones para sentirnos más mal de lo que ya estábamos.

—Que buena está la Pepsi —comenté tras darle un sorbo.

—Ajá.

—Bueno, si que tarda Two-Bit ¿eh?

—Sí.

Se hizo un silencio muy espeso.

—Tíos, a que no sabéis a quién me he encontrado —soltó una voz divertida detrás nuestro.

Yo me sobresalté y Pony sólo se giró, respirando hondo tratando de calmarse pues a él también le había pillado desprevenido. Two-Bit nos dió un par de paquetes de cigarros y tiró una colilla al suelo.

—¿A quién? No somos adivinos —dije yo.

—A la chica esa, ¿cómo se llamaba...?¿Mery? ¿Berry?

—Cherry Valance —dijo Ponyboy.

Is It love? (PonyCade)Où les histoires vivent. Découvrez maintenant