|Pasado|

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Antes de que empecéis  a leer el capitulo, os quiero decir que siento la tardanza. Este es el último capitulo que escribiré en pasado antes del funeral de Stiles. Si, habéis leído bien: la próxima parte será el funeral de Stiles. ¿Que creéis que pasará? ¿Vendrá Lydia? ¿Habrá alguna discusión? ¿Ocurrirá algún fenómeno sobrenatural?

26/12/2016 Beacon Hills.  

—Mañana te llamaré.—Lydia le dijo a Steven, mientras sus manos estaban cogidas.

—¿Mañana? Demasiado tiempo.—se quejó haciendo un mohín y plantó un pequeño beso en los labios de la pelirroja.—¿Que tal esta noche?—preguntó cuando se separó.

—Esta bien.—aceptó y se puso de puntillas, besandole.—Y ahora, vete, tengo que entrar a clase y me distraes.

—Esta bien, esta bien. Ya me voy...—dijo y soltó sus manos de las de ella, subiéndolas en alto.—¡Pasatelo bien y estudia mucho, cariño! ¡Haz muchos amigos y que no se te olvide comerte el sándwich de forma de corazón que te he hecho!—exclamó mientras se dirigía a su coche, con burla y con voz chillona.

Lydia rió y lo despidió con la mano cuando el se subió a su coche y arrancó. La banshee anduvo hasta las puertas del instituto, con una pequeña sonrisa en su rostro, pero la culpabilidad todavía la seguía alterando.

Se sentía así por empezar algo con Steven, cuando hace unos meses su novio había fallecido. Y era, para ella, como si le fuese infiel. Y ella sabía que era una tontería, ya que el había muerto, y ya no estaba atada a nadie, pero se sentía así, y obviamente  los sentimientos hacia Stiles seguían ahí.

—Hey. —saludó Isaac cuando vio a Lydia en su taquilla, cogiendo sus libros.

—¿Que tal?

—¿Cuando vas a decirle a tu novio que me de una vuelta en su coche? Es genial.—comentó Isaac, mirándola con una ceja levantada y sujetando la correa de su mochila. Lydia lo miró perpleja. No sabía nada sobre que Isaac supiera que tenía algo con Steven. No quería que nadie lo supiese, todavía; y no es porque ella se avergonzara de el, ¡claro que no!; se avergonzaba de ella misma.

—No tengo novio Isaac.—negó, intentando sonar todo lo convencida posible, cerrando su taquilla y empezando a caminar hacia su aula, con los libros en sus brazos, apretándolos contra su pecho.

—Si no tienes novio, —empezó diciendo el rubio, colocándose a su lado—¿a quien estabas besando en el aparcamiento?—preguntó, con cierto retintín.

Lydia se paró secamente y lo miró, furiosa.

—Eso no es cierto, te habrás confundido de chica.

—Lo he visto con mis propios ojos. Estaba entrando y os he visto de lejos. No he podido evitar ignoraros. —explicó—Lo siento si te molesta, pero no le encuentro nada de malo. Aunque, si te tranquiliza, nadie mas te ha visto. Ya sabes, visión de lobo y eso.—se encogió de hombros y sonrió sin enseñar su dentadura.

—Tu... solo, no digas nada a nadie, ¿vale?—le dijo nerviosa y rascándose su frente, mirando a todos lados.

—Ven.—ordenó, y la cogió de una mano, arrastrándola a una clase vacía.

Cerró la puerta, mientras que Lydia se paraba nerviosa en medio de la clase. Isaac se dio la vuelta y suspiró.

—Cuéntame, quien es el.

—Steven, Steven Jones, de Augora Hills. Estuvo en la fiesta de noviembre.—respondió, rendida.

—¿Es buen chico?—preguntó mientras que juntaba las yemas de sus dedos y la miraba con los ojos entrecerrados.

El Diario de Stiles. {Teen Wolf}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora