Capítulo 1

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     Siempre he pensando que las cosas suceden por una razón, ya sea porque es para mejorar o echar para "atrás" por eso tomé la desición de ir a otra ciudad pero siempre he sido una chica muy fuerte aún en los momentos "trágicos" o eso dicen mis amistades, claro espero que haberme mudado junto con Dylan haya sido la mejor desición que he tenido.

       Miré a las personas caminar por toda la ciudad a paso veloz y sumidos en sus pensamientos, los grandes árboles que le daban a la ciudad un toque rural y sus grandes calles por donde tendría que buscar la dirección que tenía escrita en un papel arrugado en mi mano derecha.

   Suspiré y tomé más de la mano a Dylan mientras que él me observaba con pesadez. Sonreí, al ver la mueca que hizó con su pequeña boca. Volví a leer por quinta vez la dirección que estaba escrita, levanté mi rostro y traté de buscar a alguien que nos pudiera orientar.

     Visualicé una joven sentada alrededor de una fuente en una pequeña plaza, mientras que leía un libro. Me acerqué a ella y tosí tratando de llamar su atención, ella levantó su rostro y me sonrió.

—Hola, disculpa que te molesté pero andó buscando está dirección— le mostré el pequeño papel—hemos buscado y nada.

—Oh. Tienen que tomar un taxi y a tres manzanas aproximadamente se encuentra.

—Muchas gracias—dije despidiendome con la mano.

—No hay de qué—dijo la joven.

    Caminé a paso rápido donde habíamos dejado al "simpático" chofér del taxi junto con nuestras maletas. Dylan se subió al taxi y yo hizé lo mismo. Recosté mi cabeza en la ventanilla observando lo que sería mi nuevo hogar o más bien mi intento de huida.

    Todo el camino era hermoso, se podían apreciar unos lagos enormes, muchos árboles frondosos y ubiqué el instituto donde estudiaría. A mi lado Dylan dormía plácidamente, lo miré asombrada, era pequeño, su cabello era de un castaño oscuro y aunque tenía sus ojitos cerrados sabía que eran iguales a los míos, grises.

     El taxi paró frente a una pequeña casa de madera, era muy bonita. Se podía apreciar que tenía una chimenea ya que hacía mucho frío en esta ciudad y había un sendero que probablemente conduciría a un bosque.

    Desperté a Dylan y tomamos nuestras maletas para luego llegar a la puerta de la casa. Tocamos par de veces y de ésta salió una señora bastante mayor con su cabello canoso, que nos miraba con una gran sonrisa.

—Hola ¿tú debes ser Rose Miller?— asentí—Mucho gusto soy Martha. Pasa.

—Gracias e igual— respondí adentrándome a la casa.

—Aquí tienen la llave de la casa—dijo mostrándome una llave color plata— la casa tiene dos habitaciones y un baño, además de una pequeña chimenea ya que pronto hará mucho más frío que ahora— asentí.

—No se preocupe ya nos prepararemos— observé a Dylan quien miraba a la señora con molestia.

—Bueno me marchó para que puedan instalarse— ésta dió media vuelta y se fue.

—Al fin—bufó Dylan—Ya me resultaba empalagosa—reí por su comentario.

—Vamos para desempacar—cuando estaba dispuesta a subir las escaleras sentí unos diminutos brazos rodear mi cintura.

—Hermana prometeme que seremos tú y yo siempre y que jamás vas a permitir que ellos nos encuentren—me estremecí por los recuerdos pero me agaché a su altura y lo abracé.

—Jamás permitiré que nada malo te suceda enano— unas lágrimas se resbalaron por su mejilla y las sequé con mi dedo— no llores todo estará bien—le sonreí con seguridad.

     Subimos a las habitaciones y empezamos a desempacar las cosas. Cuando terminamos ya era muy tarde y mañana tendría que ir a la escuela de Dylan para llevar unos últimos papeles para su admisión. Lo acosté en la cama y lo arropé hasta el cuello.

     Estuvé observándolo hasta que sus ojitos se cerraron por completo. Caminé hasta mi habitación y busqué mi pijama, salí al baño y me quité mi ropa. El agua caliente hacia que cada músculo de mi cuerpo se relajará.

     Salí de la ducha enrollándome una toalla violeta alrededor de mi cuerpo mientras que me peinaba la maranta de cabello color chocolate. Quité mi toalla y visualicé la marca en mi cadera, era una cicatriz en forma de una X, la odiaba, era su recuerdo.

     Me vestí con mi pijama, fui directo a mi cama y me arropé. Cerré mis ojos tratando de conciliar el sueño, auto-convenciéndome de que estabamos lejos de "ellos", que Dylan estaba seguro y yo también. Luego de unos minutos el sueño me dió su bienvenida...


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Nota:

*Rose Miller en multimedia*

El capítulo es corto lo sé pero preferí hacer una pequeña introducción de su llegada.

Espero que les esté gustando y trataré de subir un capítulo mañana.♡

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