012

893 180 47
                                    

YoonGi nos miró aún nervioso y para que mentir, yo también lo estaba.

Estiró su brazo para darme mi vaso y por un segundo nuestras manos se rozaron, haciendo que un poco del líquido cayera al suelo.

Hizo lo mismo con Nam y al último, dejando primero su vaso en el suelo, logró sentarse.

–¿Quien seguía?– dijo mi hyung, rompiendo el silencio incómodo que se había formado.

–Ah yo– dije concentrándome en la torre para saber que pieza sacar.

Estaba a punto de sacar una cuando el sonido de una llave dando vuelta en el cerrojo me distrajo, era JiMinie hyung, hace rato cuando estábamos en el centro comercial, me llamó para decir que algo se había complicado en su trabajo y que debía volver antes de lo acordado, espero que a Nam y a YoonGi no les importe.

–¡Es JiMin!– dije levantándome del suelo, con mis pies golpee la torre y ésta se deshizo, haciendo que todas las piezas cayeran, mejor para mi, no estaba convencido de seguir jugando.

Nam susurró algo que me fue imposible escuchar.

Me paré en la puerta para recibirlo, pero en vez de notar una sonrisa en sus labios, traía una cara de enojo, como si fuese a golpear lo primero que viera, para mi buena suerte, yo no soy eso primero que va a golpear.

–Hyung..– hice una pausa buscando las palabras exactas –¿Necesitas algo? ¿Porque la mala cara?

–Tenemos que hablar– dejó caer al suelo su mochila y me jaló del brazo llevándome al cuarto de arriba.

Algo muy malo debió pasar, dediqué una rápida mirada a mis invitados y seguí por las escaleras.

–¿Que ocurre?– dije intentando sonar calmado al tiempo que ponía seguro a la puerta.

–Tus amigos no pueden permanecer aquí HoSeok, por favor, encárgate de que mañana temprano se marchen.

–¡¿QUÉ?! ¿¡PERO PORQUE?! ¡apenas llegaron, no puedo echarlos JiMin!

–Corren peligro aquí, no puedo protegerlos a los tres, sólo a ti– su voz era cansada y no me miraba a los ojos.

–¿Cómo que sólo a mi? ¿qué está pasando? Sé honesto conmigo porque me estás asustando.

–Vamos Hobi, confía en mi quieres.. Yo.. Hay cosas que debo decirte, pero no creo que sea el momento, sólo necesito que ellos se vayan.

–Me niego– dije cruzando los brazos –estuviste de acuerdo cuando quise invitarlos y no los echare sólo porque sí.

Su expresión volvió a ser irritada y juré que ahora sí me iba a golpear.

–Hobi– tomó mi brazo y por alguna rara razón, su tacto me hizo sentirme algo incómodo –¿entiendes que mi deber es protegerte? Si le pasa algo a tus amigos te veré sufrir y yo no quiero eso.

Quité su mano de mi brazo y me senté al borde de la cama –¿qué había sido eso?–

–¿Recuerdas lo que habíamos hablado sobre mi hyung?– se sentó a mi lado buscando mi rostro con sus manos.

–Recuerdo que dijiste que cuando yo fuera lo suficientemente apto para soportarlo me dirías sobre ti, JiMin me doy cuenta que no ha pasado nada, no sé nada de ti o de tu pasado, de tus gustos o de tu trabajo y sin embargo he confiado en ti, es como si algo dentro de mí lo pidiera.. Es como si.. Hubiera una conexión entre nosotros y de verdad me estoy asustando.

–No puedo seguir con ésto Hobi, quiero sincerarme contigo, pero me da miedo que me rechaces.

–¿Sincerarte? ¡Que diablos JiMin!– mis manos estaban frías y algo húmedas por mis nervios.

–Hobi yo..– tomó mis manos entre las suyas –Yo.. Acabo de hacer un contrato para ser tu ángel guardián y debo cuidarte porque ya casi empieza Jesvan.

¿Jesvan? ¿ángel guardián? ¿todo era una broma no? Una de muy mal gusto.

Ahora no solo tenía miedo, si no que estaba confundido y anhelaba una cachetada para volver a la realidad, porque no podía ser cierto, sí, JiMin era muy raro, pero vamos ¿un ángel? Los ángeles no existen.

–Estás jugando conmigo– dije levantándome de la cama.

–HoSeok– tocó su frente como intentando calmarse –ahora mismo sé que no me crees, pero debes hacerlo, responderé todas tus preguntas una vez que ellos se vayan de aquí.

–Basta de ese juego JiMin, no se irán, tú no eres un ángel, no está pasando ésto– susurre varias veces para mis adentros que ésto no estaba pasando, dí varias vueltas en el cuarto porque ésto me ponía muy ansioso.

JiMin se detuvo y me detuvo para ambos quedar de frente.

Quitó uno a uno los botones de su camisa y yo me prometí golpearlo, primero me venía con sus bromas y ahora se desnudaba frente a mi.

Antes de terminar con el último botón, se giró dándome la espalda, dejó caer la camisa al suelo y unos destellos azules comenzaron a inundar la habitación, me quedé fijo en su espalda y parpadee varias veces para constatarme de que eso estaba pasando.

¡Eran alas! Enormes alas negras saliendo de la espalda de JiMin, quizá a final de cuentas, él decía la verdad.




¿Les está gustando? :3

Fall     [NAMMIN] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora