Capítulo 6.

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By Bill.

Volvíamos a casa mientras anochecia, íbamos en su Cadillac sin decir nada, aunque el silencio no era incómodo pero yo  no podía mantenerme tranquilo, por lo cual opte por fumar un cigarrillo, necesitaba relajarme.

Abrí la ventana y sentí el aire fresco pegar en mi rostro logrando desvanecer los nervios al contacto. Eso fue hasta que sentí sus dedos entrelazarse con los míos, mire primero la unión de nuestras manos y no pude evitar pensar en la destreza que tenía al manejar, yo lo había intentado en alguna ocasión y termine chocando, con un par de costillas rotas, luxación en el cuello y esguince en la muñeca... Pero Tom parecía saber lo que hacia, me concentre en el movimiento de su mano y después dirigí mi vista hasta Tom, me sentía muy nervioso ante el contacto ya que nunca había sentido algo así, al ver las mejillas de Tom levemente coloradas me hacía relajar, no fijaba sus ojos en mi pero notaba que no sólo yo sentía algo ante ese contacto.

Ejercí presión sobre aquel contacto aceptándolo, sentí como Tom se relajaba a mi lado y como soltaba la respiración, al parecer, contenida desde antes.

- Quiero decirte algo Bill - hablo por primera vez en lo que fue casi una hora de viaje, poco menos de media desde que me tomó de la mano y no me soltó ni aunque iba conduciendo.

- Dime.

- Es sobre lo que paso en el muelle - soltó sin apenas mirarme, sentí como los nervios volvían a mi. Desde que habíamos salido del muelle y durante la carga de las bicicletas a la camioneta y el resto de labores, espere a que gritara algo como "¡Caiste Bill, fue sólo una broma!" o "Lo siento, no se que estaba pensando" pero nada de eso llegó.

- No tienes que decir nada Tom, entiendo que tal vez lo hiciste sin querer, por puro impulso...

- Te equivocas - interrumpió mirándome al fin, entonces desvió la camioneta hasta quedar fuera de la carretera, la apagó y se giró de lleno a mirarme sin soltar mi mano aún - si crees que me he arrepentido, no es así. Es sólo que quería decirte algunas cosas - tomó aire y lo soltó evidente mente nervioso, la verdad era que por primera vez lo veía así - quiero algo contigo Bill, se que son sólo semanas las que llevamos hablando pero se que esto es lo que he estado esperando todo este tiempo. Quiero poder tomar con libertad tus manos y besar tus labios sin miedo a ser rechazado - tomó aire para poder continuar, sentía el temblor de sus manos evidenciando su nerviosismo, aun así su mirada se mantenía firme - Bill, ¿quieres ser mi novio? - pregunto con firmeza.

Instintivamente moví mi cabeza asistiendo fervientemente, me sentía muy emocionado.

Ante el gesto, Tom se acercó a mi, tomando mi rostro entre sus manos y comenzó a depositar besos mariposa sobre ellos, sus besos no eran demasiado profundos. Se notaba su deseo por disfrutar el momento, yo también lo estaba haciendo pero las reacciones de Tom me dejaban en claro lo mucho que para él significaba esto. Al separar sus labios de los míos una sonrisa satisfactoria se formaba en su rostro, parecía más relajado al besarme y yo no podía evitar sentirme así en ese momento.

Entonces imágenes de mi vida pasaron tras de mis párpados haciéndome caer de lleno en la realidad, el golpe había sido tan duro que apenas si era capaz de pensar con claridad.

- Pero, Tom, aun hay cosas que no sabes de mi, no se como funcionaria esto - dije separándome un poco avergonzado de él. Me miro de nuevo sin soltarme, parecía pensar en lo dicho.

- ¿Has asesinado a alguien? - pregunto de la nada, sorprendiéndome.

- ¡No! ¡Obvio no! - respondí alarmado.

Porque tú eres mi esperanza.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora