Ella: mi arma de destrucción masiva.

El sexo aclara la mente a todos menos a Adele.

Adele

Adele es una chica delgada de pelo corto rubio oscuro y ojos mieles. Es un rompecabezas literal y metafóricamente, la más tímida ante todo el mundo del grupo y la que nunca tiene un silencio que dedicar porque algo pasa siempre por su cabeza que enrevesa su vida una y otra vez...

Mis labios pesados chocan contra los suyos duros e impacientes, noto una lágrima caer de mis ojos y antes de que lo note me separo y le abrazo. Le envuelvo con mis brazos y aprovecho para secarla antes de que me descubra.

- ¿Qué pasa, cariño?

Chasqueo la lengua y me tumbo boca abajo en la cama. No puedo creer que haya vuelto a ocurrirme. Esto empieza a descontrolarse y no consigo entenderlo. Siento como se sienta a mi lado y posa su mano en mi cabeza, acariciando el pelo. Es un cielo. Ojalá mereciera su presencia. Siento como me relajo y comienzan a pesarme los párpados y sé que voy a dormirme...

Entonces traza una línea por mi columna vertebral desde el cuello hasta la cadera, muy dulcemente pasando por la tira de mi sujetador. Cuando me giro la veo. Me acaricia con su mirada y me recorre todo el cuerpo. Antes de que procese la situación acaricia mi mejilla y con un dedo recorre mi nariz hasta que llega a la punta y pasa de nuevo su dedo pero esta vez por mis labios secos. Baja mi labio inferior y mi lengua acaricia su yema como sin pensarlo. Se acerca muy despacio a mí como si yo fuese un animal salvaje y no supiese como voy a reaccionar. Cuando a penas está a unos centímetros de mí, sin dejar de mirarme, recorre sus dedos por mi piel únicamente cubierta por la ropa interior azul de encaje. Recorre con su mano mi cuello y la baja entre mis pechos, sigue hasta mi ombligo y aún con la mirada fija en mí, empieza a dibujar en mi abdomen con las yemas de sus dedos. Baja a penas un poco los dedos y se encuentra con el elástico de mis bragas y juega con él, aunque continua su asalto. Tan solo unos centímetros después mi pecho sube y baja a mil por hora y aún a más cuando su boca sigue el mismo recorrido que sus manos trazaron anteriormente. Cuando llega a donde su mano quedó sonríe, se aparta produciendo una quemazón en mí muy particular y se quita la camiseta dejando a mi visión sus pechos que tanto sé que deseo. Intuyo que nota mi desesperación cuando no me detiene al incorporarme y quedarme entre ellos. El calor es máximo y deja que la mire. Los beso, muerdo, lamo y succiono por todos lados y al quedarme entre ello los juntos e indago en un olor lejano pero existente. Noto el sudor que unen nuestros cuerpos. Y le recorro a la vez la espalda hasta llegar a las nalgas cuando me detiene. Se aparta y me mira. No deja de mirarme y sabe la reacción que supone su cuerpo ante mí. Segura, se gira y se levanta de la cama. Se vuelve a mirarme, guiña un ojo y me hace un gesto con el dedo para que la siga y sale por la puerta de la habitación. Me dispongo a seguirla pero siento que estoy paralizada. Y la oigo llamarme "Adele, me sobra ropa y me faltas tú", pero soy capaz de moverme hasta que...

- Adele, por favor, acaban de llegar.

Confusa abro los ojos y aún boca a abajo extrañada me giro y veo a Lucas.

- ¿Qué? - Abro mucho los ojos.

- Mis padres, han llegado, tienes que vestirte. - Responde mi novio.

- Yo...- Intento decir.

Y es entonces cuando comprendo lo que acaba de ocurrir...