Prólogo

471 38 34
                                    

Nota Del Autor: ¡Regresando del Hiatus! 
Antes de que lean el prólogo, cabe recalcar que la pareja que más odio es el Marichat... No me gusta sus clichés, y lo que quiero mostrar es que puedo cambiar los estereotipos del amor-odio.

Por eso se llama la novela Réalité, que según google translate es "Realidad" en francés, la realidad de esta pareja.
Disfruten.

El minino rebuscaba sobre la sucia hierba, musgosa e irresistible. Cómo una trampa para gatos curiosos que atraparía al primer felino que buscara entrometerse en sus malvados planes.

De eso se trataba dicha manía infantil e indiscutible, jugando a cambiar los papeles del gato y el ratón, siendo así, que el hombre de látex recorriera los pasillos de su escondite secreto entre la oscuridad de las malicias

Escapó de sus propios anhelos y fantasías, desdichado de la verdad absoluta maldiciendo a sus alrededores en palabras fuera de lugar. Podía decirse que, aquel cortés hombre, se había dejado encaprichar por la más venenosa fuente de energía: El anhelo.

—¡Chat!—su nombre sonó cual eco en el pozo más profundo, sacándolo del terrible transe que alimentaba su cerebro—. Gato sarnoso, deberías poner atención—mencionó entregando la vara de metal al minino.

—Lo lamento, Queen, pero estoy pensando en algo más que tus molestias—se excusó el joven equipándose de la vara metálica.

—¿Algo más? ¡Estamos en medio de una batalla!—alardeó rozando el trompo contra el pavimento. Chillidos en la primer amenaza desgarraron el pecho del villano.

—¿Batalla...? Oh claro batalla... Esperen, ¿¡Batalla?!—exclamó el felino retrocediendo de un salto ablandando el arma.

Se estampó haciendo sonar el típico chasqueo metálico entre los suelos. Siguiendo el acto de tratar de atacar a su contrincante en movimientos ágiles y viceversa. Su distracción de alzar los brazos y golpetear las escamas del akuma es una acción imposible. Incluso llegó a pensar que aquel akuma, tenía un tamaño distinto a los otros, un monstruo de tres patas con aspecto de lagartija a punto de destrozar la ciudad en mil pedazos.

—¿Donde está esa Volpina cuándo la necesitamos?—soltó de golpe el hombre, no podía ni siquiera alcanzar la estatura del monstruo a pesar de escalar y rebuscar en cada parte en busca de algún accesorio en específico.

—¿Volpina? No lo sé, esa chica se metió en algún lío de...

Sus palabras se trabaron, presenciando la catastrófica idea que el aura anaranjado seguía en distintas direcciones frente al brillo de su flauta sonar fantásticas melodías jalando con la mano libre el pescuezo del animal. Quien, al sentir los estirones, ladeó la cabeza parpadeando innumerables veces  estirando su cuello comenzando a menearlo con tal de que la mujer se apartase de su camino.

—¡Oigan chicos!—exclamó dicha mujer reforzando las ataduras—. Creo que... Ugh, necesito una ayuda...

—¡Volp!—pronunció el varón encajando sus uñas en la espesa piel del reptil—. ¡¿Donde está su akuma?!

—N...No lo sé—murmuró la de piel bronceada, rebuscando sobre los pelajes del akumatizado—. Creo que... ¡Tiene una flor de plástico! ¡El akumatizado es mujer!—gritó Volpina alzando el pequeño broche inanimado arrebatándosela desde la cabecera. Provocando que, la mujer, saliese disparada—. ¡Ayuda! ¡Queen!

—¡Volpina!—gritó por igual sacando el trompo mágico de su cintura, el pequeño artilugio se soltó de sus dedos exceptuando el del medio, extendiéndose hacia la dama en peligro la cual fue enrollada cómo si cumpliera la opción de un yoyo. Jaló la cuerda junto a esta enredada entre su dorado armamento removiendo a la muchacha de la zona de peligro.

[ R é a l i t é ] #ChanguerMLBFandomWhere stories live. Discover now