Capítulo 6

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Nota Del Autor: Los amo uvu <3 

—Niño, me llaman Plagg el roba corazones.

—Te he dicho que no es nada de amor, Plagg.

—Pero se...

—¡No es nada de amor!

Así discutían el rubio y su kwami. La mansión Agreste estaba desalojada y los únicos presentes eran él, Plagg y Natalie, la cual atendía a los nuevos comerciantes de la compañía en recepción. Podía decirse que Adrien tenía tiempo para poner sus ideas sobre todas las oportunidades que tenía de conocer la vida más a fondo de la Dupain Cheng. ¿Pero cómo puede estar involucrado a esto? Simplemente se sentía atraído a la idea de ayudarla, no quería que perdiese a su madre, mucho menos que esta entrase a la depresión. Y, siendo sincero, quería reforzar los lazos de amistad con Marinette.

—Repitamos de nuevo el plan—se tomó de los cabellos cuando el kwami voló hacia la mesa—. Un niño con manitas de jabón, o sea tu, le pedirá a la panadera esa que vaya junto al Dj ese y la cuatro ojos al carnaval.

—Plagg, ellos tienen nombre y es Marinette, Alya y Nino—recalcó estirando los brazos a la mochila, ocultando los libros en estos—. El carnaval es al día siguiente, ¿crees que aceptarán?

—No lo sé, no soy adivino—rodó los ojos jalando con fuerza la tela del Agreste—. Apúrate, llegarás tarde a la escuela.

—Son apenas las seis de la mañana, falta media hora—Adrien bostezó—. La limusina todavía no llega y Nathalie está ocupada.

—Haz lo que quieras ricitos de oro.  Solo dame mi queso—pidió el kwami cruzándose los bracitos.

Adrien sacó de la chaqueta un pedazo de queso camembert, un alimento impregnado de fuertes olores al olfato humano. Era un capricho tener que cargar el resto de su vida siendo portador del miraculous con esa apeste en manos, por suerte, solo tenía que acostumbrarse a que este lo comiese y recaudara una especie de enigma agrio.

Después de esperar, Adrien se dirigió hacia el instituto donde estudiaba. La limusina siempre lo deja frente a este, y los saludos, agradecimientos y halagos se hacían presentes. No por algo se lució la sesión del otro día en la nueva línea de moda de Gabriel Agreste, todos pensaban que Adrien tenía una pasión de cual envidiar, aunque en la mente del mismo solo le perjudicaba sus estudios que salieran sobresalientes de diez.

Así mismo, la mayoría de los estudiantes se atrevieron a acercarse a pedir un autógrafo menos Nino, su compañero de clases en el cual podía confiar exceptuando su otra identidad. Adrien prefería hablar con él en privado para que los estudiantes no se den cuenta de la situación. No obstante, ahora solo quería salir de la orda de adolescentes disparados a hacerle preguntas sobre su próximo modelaje.

—Viejo, ¿no te cansas estar casi todos los días de firmar autógrafos—preguntó el moreno luego de que se fueron al salón.

—Es mi trabajo, Nino, me acostumbré a ello—se encogió de hombros sentándose en sus bancos respetivos.

Nino miró a su compañero tomar las libretas y cuadernos. Escribió en cursiva un texto masomenos coherente. El moreno no le tomó demasiada importancia, pero se quedó sorprendido de ver a Adrien demasiado concentrado en hacer tachones o borrones desde lo sucedido en San Valentin.

—Oye, ¿puedo saber qué escribes?

Adrien alzó la mirada, flexionando el borde del papel creando un cuadrado.

—Es una invitación para Marinette, también tengo pensado hacerte una a ti y Alya.

—Amigo, que yo tengo entendido todavía no es el día de la amistad o algo por el estilo.

[ R é a l i t é ] #ChanguerMLBFandomDonde viven las historias. Descúbrelo ahora