Antes de que te vayas déjame decirte algo que no había podido decir.
Tengo que agradecerte todo lo que haz hecho por mi, la forma en la que me quisiste y me sigues queriendo aunque no me necesites cerca justo ahora. Aunque no lo creas yo te amo de la manera más sincera que he podido sentir. No te voy a pedir que te quedes si lo que quieres es irte y buscar un lugar nuevo donde renacer y florecer como solo tú sabes.
Pero si te quedas solo cinco minutos te diré algo que no he podido decir.
Debo confesarte que desde que llegaste mi vida se iluminó un poco más, no sé si fue por la manera en que rompiste la burbuja negra en la que estaba encerrado o si solo es porque tú presencia es lo más lindo que podría existir en el planeta. Lo que sí sé es que me voy a quedar extrañando ese resplandor cada mañana, aunque dejes un poco a mi lado en la almohada.
Si te quedas cinco minutos más te diré algo que no había podido decir.
A pesar de los errores que cometí haz seguido aquí por mucho tiempo, esperando que mostrase algo que valiera la pena, no estoy seguro de merecer la pena, la espera, tus lágrimas ni tu sonrisa, pero en serio desearía que vieras las cosas desde mi punto de vista. Algo complicado de pedir ya que ni siquiera he hecho tanto para demostrar lo que escribo día con día.
Quédate cinco minutos más y te diré algo que no había podido decir.
Me haces falta día y noche, tus palabras corren y se estrellan en las paredes de mi memoria, extraño escoger lo que te pondrás cuando vas a salir y verte lucirlo. Quiero decirte que te amo eternamente, y aunque me vueles la cabeza o te odie momentáneamente, te amo más de lo que podría ser posible alguna vez.
Quédate, porque te extraño y no quiero perderte.
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