En un segundo estás, al siguiente desapareces.
Las palabras vuelan como aves y sus plumas, escapando de los gatos siameses.
¿Qué nos merecemos? ¿Por quién luchamos? ¿A quien amamos? ¿Es justo de quien nos enamoramos?
Entre vuelta y vuelta, una llanta termina reventando. Es como el cuerpo humano, como su mente, como el tiempo y como la muerte.
Como el amor mismo, como una relación intermitente.Como nosotros.
Y mis ojos me engañan, porque cuando parpadeo te veo aquí,
Justo aquí, frente a mí, riendo y haciendo locuras,
Mientras juras una y otra vez que soy un idiota,
Mientras juro una y otra vez que te quiero.No soy capaz de llamarte, eso lo demostré desde hace tiempo. Tampoco soy capaz de ir a verte, muero de miedo. Y a pesar de eso, sigo esperando el momento justo, a mi indicada, a ti y a mí en un solo baile.
Porque volveré a casa, y volveremos de nuevo a colapsar siendo un mismo desastre, del que no escaparé nunca.