PRÓLOGO

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PROLOGO

UN MES DESPUES:

Sakura se aferraba a la espalda de su amante que la tenia contra la pared de la habitación. Era bien entrada la noche y ambos se encontraban solos en la casa de él, por lo que los gemidos de la chica eran bien recibidos, le encantaba cuando ella no se reprimía.

Llevaban un ritmo acelerado, apenas y se habían desvestido, los besos eran necesitados, aun a pesar de verse casi todas las noches. La ninja aun no se cansaba de el, por él contrario, parecía mas adicta a su sensei que hace un mes.

Ambos terminaron exhaustos, Kakashi la cargó hasta su cama y se recostaron juntos.

¿Te quedaras toda la noche?- su sensei se apoyó en su pecho, aun tenia la blusa puesta.

-Si tú quieres- regularme no podía hacerlo, sus padres podrían descubrir su ausencia durante la noche y ella no tendría explicación, por lo que Kakashi solía acompañarla hasta su casa, se quedaba hasta poco antes del amanecer para después marcharse.

La cama de Sakura aun era muy pequeña y aun debían dormir muy juntos para no caerse, pero ya se habían adecuado, ella solía dormir sobre él e incluso la temperatura de sus cuerpos parecía haberse adaptado, se habían acostumbrado a estar juntos.

-Me encantaría que te quedaras todas las noches- le declaró sobre ella y levantando su blusa hasta sacarla y sacar también su playera.

-Estas de suerte esta noche- terminaron de desvestirse y él de nuevo se acomodó sobre el pecho de la chica.

-Me gusta el sonido de tu corazón- la ninja siempre se preguntaba por que solía acostarse sobre su pecho, ahora tenía la respuesta.

-Es un sonido universal, lo sabes verdad-

-Estoy seguro de que el tuyo suena diferente- una sonrisa tierna apareció. El había dicho que jamás podría ser romántico, pero claramente no se estaba escuchando. Frecuentemente se le escapaban frases realmente dulces y ella se encargaba de memorizarlas cada una.

Lo dejó dormir sobre su pecho aunque ocasionalmente solo quería observarlo mientras lo hacia, en ocasiones era ella la que despertaba en medio de la noche y descubría que él la observaba atentamente, parecían rotarse la actividad de vigilarse mutuamente.

Su sensei parecía tan tranquilo y con la guardia tan baja, como si se sintiera completamente a salvo a su lado. Confiaba en ella y eso le entusiasmaba.

.....

-Despierta linda- una suave voz entraba suavemente por su oído. Pero ella la ignoró, quería seguir durmiendo –Tienes que levantarte preciosa-

-Pero tengo sueño- sintió que repartía besos por todo su cuerpo, en minutos su cuerpo ya estaba mas que despierto.

-Llegaremos tarde- le susurró contra su cuello.

-¿A dónde?- sus ideas solo se concentraban en las manos de su sensei la recorrían, aun estaba semi desnuda.

-Tenemos una nueva pista sobre el paradero de Sasuke, ¿recuerdas?, debemos seguirla y si no te levantas llegaras tarde-

-¿Yo, llegaré tarde?, tú aún sigues aquí- observó complacida.

-Te equivocas preciosa- y después, en medio de una nube de hojas, desapareció dejándola sola y ansiosa. Ella solo pudo reír y se levantó, llegaría tarde.

....

-Sakura-chan, llegas tarde- su rubio amigo le recriminaba mientras hablaba con su sensei. No había quedado ningún rencor entre ambos después de aquella lejana discusión.

-Lo sé Naruto, lo lamento- corrió para alcanzarlos. Los tres ninjas la esperaban, Naruto, Sai y Kakashi. Los dos primero comenzaron a andar cuando ella logró alcanzarlos, pero su sensei la esperó y caminó junto a su alumna. Se aseguró que los otros dos no vieran y de la nada sacó una flor que le entregó a la chica, estaba ligeramente avergonzado y eso la hizo reír.

-Me encanta, gracias- estaba conmovida.

El ninja le devolvió la sonrisa, aunque solo fuera un simple gesto, ambos sabían lo que estaba detrás, incontables noches juntos durmiendo en brazos del otro, compartiendo calor y sueños, escapadas furtivas, peleas sin sentido, reconciliaciones rápidas, caricias suaves y no tanto, sonrisas cómplices y en ocasiones como esta, flores pequeñas.

Ambos sabias que detrás de todo eso estaban un par de palabras.

-Te quiero- le susurró su sensei.

-Lo sé. Yo también te quiero- ahí estaban esas palabras.

-FIN

OPORTUNIDADESWhere stories live. Discover now