Una Manada Poco Comun

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Thomas estaba en una cafetería de un pueblo a las afueras de Canadá, el rubio miraba la pantalla de su nuevo celular donde veía el número de Stiles. El rubio moría de ganas por escuchar la voz de su chico pero no se atrevía a llamarlo, temía que el castaño le pidiera que lo dejará en paz o que ni siquiera tomará la llamada.

Thomas bloqueó su celular, tomó un sorbo de su café, pensó algunos segundos y decidió arriesgarse, pero cuando iba a tomar el celular entró una llamada.

-Hola.-Dijo el chico al tomar la llamada.

-Thomas, los encontramos.- Se escuchó la voz de un hombre.-Los tienen en una bodega abandonada, damos la orden y entramos por ellos.

-No,-Dijo Thomas.-Yo haré eso, ustedes vigilen que no se vayan y envíame la ubicación.

-Está bien.- Respondió el beta.-Sólo están con un par de hombres, humanos.

-¿Y la mujer? .- preguntó Thomas.

-No la hemos visto.- Respondió el hombre lobo.

-Bien, estaré ahí lo antes posible.-Dijo Thomas.-Gracias.

Thomas sonrió, al fin después de un mes y medio había encontrado a Samanta y a Kevin y podría volver a casa.

El chico pagó la cuenta, tomó su celular, salió del lugar y subió a su auto.

Manejo durante toda la noche, no dejaba de pensar en todo saldría bien y llegaría a casa. Sonrió al imaginar la sonrisa de su chico al verlo y el sabor de sus labios.

No podía creer que había sido capaz de pasar tanto tiempo sin él.

Thomas llegó al lugar indicado durante el atardecer del siguiente día, bajó del auto y se reunió con sus nuevos aliados.

-Hola,-Saludo el chico.-¿Cómo están?.

-Hola Tom.- Respondió el mayor de los betas.-Bien ¿Y tu?.

-La verdad, emocionado.- Dijo Thomas sonriendo.-No veo la hora de volver a casa.

-¿Alguna chica esperando tu regreso? .-Preguntó el otro beta.

Thomas sonrió y negó moviendo la cabeza.

-Un chico.-Dijo sin pena, desde que salía con Stiles sé sentía más seguro de sí mismo y no le importa lo que los demás pensarán él era feliz y punto.

-En ese caso, te diré lo que sabemos.- Dijo Freddy, el beta mayor.

Freddy le explicó a Thomas como podría entrar a la bodega sin ser visto y le dijo que él se encargaría de que todo estuviera listo para cuando escapara y también le ofreció su ayuda, pero el rubio no la aceptó.

La hora había llegado Thomas estaba nervioso y un poco asustado, pero recordaba que a Kilómetros de ahí había un chico de cabello castaño con lunares en el rostro y bastante hiperactivo y sarcástico que lo esperaba y eso le da valentía para seguir.

Tomó aire, se aseguró de ocultar su aroma y caminó hacia la bodega tratando de no ser visto.

Cuando entró logró ver que sólo había dos hombres, como había dicho Freddy y estaban armados, suspiró y se mantuvo oculto hasta que uno de los hombres salió de la bodega.

Cuando el rubio se aseguró que el tipo estaba lejos salió de su escondite y en silencio se acercó al otro hombre, sacó uno de los cuchillos que su hermana le dejó.

Rodeó el cuello del tipo con sus manos y puso el cuchillo en su garganta.

-Suelta el arma.- Dijo Thomas con voz amenazadora.-Ahora.

Teen Wolf: Un Amor Para Siempre Where stories live. Discover now